Que el Nuevo Año haga realidad esas cosas por las que han luchado en este Año Viejo que ya se va.
Buenos Augurios para aquellos que no esperan que sus cuestiones cambien por solo desear cosas y esperar que caigan del cielo, o del aparato tragamonedas.
PLANETA SOJALANDIA "En cuanto a la acerba ironía (aquì mostrada), fácil es rastrear sus orígenes, pues, como en infinitos casos similares, deriva de la frustración"... Manucho Mujica Laínez en su cuento Las Alas
SOJALANDIA
miércoles, 31 de diciembre de 2008
lunes, 29 de diciembre de 2008
Caballo árabe para uno de los Tres Reyes
Los Reyes Magos del cuento eran tres, y uno de ellos era negro. -Está bueno eso de mezclar entre dos blancos un negro, no sea cosa que traten al narrador de prejuicioso. Eso sí, el negro no llevaba para regalar al Niño ni incienso ni oro, llevaba mirra, algo así como el aloe de hoy. Lo habían recogido sus mujeres en las selvas sobre las cuales reinaba.
Inició el negro la búsqueda del que nació montado en un elefante pero cuando llegó al Nilo tuvo que abandonarlo porque el animal se negó a cruzar el río nadando con tanto presente sobre el lomo. Por esos lugares fue que se reunió con los otros reyes blancos. Iban a compartir la búsqueda así que estos le cambiaron la mitad del aloe por un camello viejo. Se lo cambiaron por un camello viejo un poco porque les interesaba el producto refrescante y curativo y otro poco para que no llegue antes que ellos.
Así partieron siguiendo la señal que les hacía una estrella y que les marcaba el camino hacia el nuevo rey que hacía pocos días había nacido. El rey que llevaba el oro iba delante, el negro al medio con su carga de aloe y el del incienso caminaba detrás de aquellos dos cuidándole las espaldas a su hermano blanco de un posible robo por parte de aquel negro sospechoso, en algún descuido, del oro para la ofrenda.
A bastantes kilómetros de Belén se les acabó la comida. Estaban en una zona desértica lejana de cualquier oasis salvador. Aquella noche los reyes se postraron a pedir una señal de alivio a su falta de comida, entonces otra estrella les señaló el lugar donde descansaban los tres camellos. Ahí mismo interpretó el rey del oro la señal... y se comieron el viejo camello del rey negro.
Caminando llegó el negro Baltasar al pueblo elegido y con su presente en la espalda. Y fue el último de los tres en entrar a saludar al niño, ya que tuvo que quedarse afuera cuidando los camellos, de los otros dos.
No se sabe cómo ni en qué volvió a su tierra después de aquel acontecimiento histórico el rey negro... mejor que no se sepa, prefiero pensar que merced a un primer, y rápidamente olvidado, milagro de aquel niño, de repente aparecieron en aquel pesebre un par de briosos caballos árabes. Caballos árabes para el Rey negro, Baltasar.
Inició el negro la búsqueda del que nació montado en un elefante pero cuando llegó al Nilo tuvo que abandonarlo porque el animal se negó a cruzar el río nadando con tanto presente sobre el lomo. Por esos lugares fue que se reunió con los otros reyes blancos. Iban a compartir la búsqueda así que estos le cambiaron la mitad del aloe por un camello viejo. Se lo cambiaron por un camello viejo un poco porque les interesaba el producto refrescante y curativo y otro poco para que no llegue antes que ellos.
Así partieron siguiendo la señal que les hacía una estrella y que les marcaba el camino hacia el nuevo rey que hacía pocos días había nacido. El rey que llevaba el oro iba delante, el negro al medio con su carga de aloe y el del incienso caminaba detrás de aquellos dos cuidándole las espaldas a su hermano blanco de un posible robo por parte de aquel negro sospechoso, en algún descuido, del oro para la ofrenda.
A bastantes kilómetros de Belén se les acabó la comida. Estaban en una zona desértica lejana de cualquier oasis salvador. Aquella noche los reyes se postraron a pedir una señal de alivio a su falta de comida, entonces otra estrella les señaló el lugar donde descansaban los tres camellos. Ahí mismo interpretó el rey del oro la señal... y se comieron el viejo camello del rey negro.
Caminando llegó el negro Baltasar al pueblo elegido y con su presente en la espalda. Y fue el último de los tres en entrar a saludar al niño, ya que tuvo que quedarse afuera cuidando los camellos, de los otros dos.
No se sabe cómo ni en qué volvió a su tierra después de aquel acontecimiento histórico el rey negro... mejor que no se sepa, prefiero pensar que merced a un primer, y rápidamente olvidado, milagro de aquel niño, de repente aparecieron en aquel pesebre un par de briosos caballos árabes. Caballos árabes para el Rey negro, Baltasar.
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relato breve
miércoles, 10 de diciembre de 2008
LLARYORA. poco en un año
Casi nada de nuevo. En gastos superfluos lo mismo, en obras públicas igual que hace rato, en trabajo social lo mismo de hace años... que sacan, que ponen, enroques, gambitos que distraen, pero de nuevo... casi nada.
Comprar es la consigna parece... comprar grandes vehículos, pintarlos de amarillo fuerte para que resalten en las fotos publicitarias... aunque al poco tiempo se rompan, aunque no sepan usarlas, aunque se paguen el doble de lo que valen... aunque solo sirvan para acomodar nuevo personal que los conduzcan y los mantengan.
Un año pasó ya y no se habló, y mucho menos se hizo, de la ampliación de la obra del gas natural... y el invierno tarda, pero regresa.
De saldar de una vez la deuda del agua para que ésta ya no falte en ninguna casa... nada. Y de crear una empresa municipal de recolección de residuos para no tener que sangrar, y agrandar cada vez más la herida, con esa empresa privada que nos está estafando impunemente... nada en este año de gobierno.
De hacer un trabajo serio en cuanto a los desagues de la ciudad... nada. hicieron una pared hace dos meses en la laguna de retardo que a éstas horas ya se habrá caído, o casi.
De llevar mejoras tales como cloacas, pavimento y gas a los barrios del otro lado de las vías del sur... nada. (La Milka, Jardín, 9 de Sept., San Martín, 202, Bouchard, etc) y ni hablar de B Parque, La Florida, El Prado, 20 de Junio, Hospital, etc. etc... nada... en este largo año nada se habló.
Solo se habló de la culpa de los anteriores, de ocupar a partidarios en la municipalidad, de arreglar una fuente frente a la catedral... y de nada... de nada
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LLARYORA
MADONNA Y MADONNA
La popular reina del pop internacional hizo vibrar de emoción y alegría a las 66.000 personas que se dieron cita en el estadio monumental anoche. Su impactante despliegue físico y técnico, el astuto uso de ciertos símbolos populares argentinos (el: "no llores por mí Argentina" de la recordada ópera "Evita") y algún que otro beso con alguna de sus bailarinas lograron transformar el show que todos sabíamos predecible en uno más o menos digno. Se vió a miles de fanáticos extasiados, hasta demasiado, y a otros no tanto pero igual de súper felices.
Más no se puede pedir... hay que recordar que tanta felicidad en esa cancha de fútbol hace rato que no se vé.
De cualquier manera, y si es que cabe la comparación, por estos lados del mundo, en San Sojalandia, también vivimos un recordado show "madonniano" pero no de la diva sino de cierto divo de igual denominación. Aunque acá la función duró dos mandatos...
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madonna
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