PLANETA SOJALANDIA "En cuanto a la acerba ironía (aquì mostrada), fácil es rastrear sus orígenes, pues, como en infinitos casos similares, deriva de la frustración"... Manucho Mujica Laínez en su cuento Las Alas
SOJALANDIA
viernes, 31 de julio de 2009
MUJER PROPIEDAD PRIVADA
Bien se sabe que es ley mundial que cada uno de nosotros puede hacer lo que quiera con lo que lleva nuestra firma estampada, con lo que de una u otra forma nos supimos conseguir... Y está bien, de cierto modo, que así sea. Podemos hacer lo que queramos con nuestro auto, con el tv veinte pulgadas y con el perro que nos costó cien pesos... podemos prenderle fuego al carro ese cuando a la mañana no arranca, pegarle un sillazo a la tele cuando nos cansa tinelli o patear con furia al perro cuando le ladra a la morocha de la otra cuadra. Podemos porque son nuestras cosas y no hay nada que nadie pueda hacer para impedírnoslo.
Lo mismo pasa cuando, ya sea por cualidades propias, agudeza de ingenio o herencias varias, se nos da por acumular cosas aunque sea con poco sentido común. No podremos usar en varias vidas los millones de pesos que podemos amontonar, ni vivir en más que una o dos casas de las cincuenta que podemos llegar a tener en varias ciudades... pero así es siempre con lo de la acumulación de "nuestras” propiedades. E insisto con esto: hasta capaz que esté bien que así sea…
Salvo cuando llega el abuso, y nos creemos que hasta las personas nos pertenecen.
Eso es el súmmum de esa idiotez de la “propiedad privada”
Hay quienes creen que sus hijos son “sus” hijos y los golpean, abandonan, maleducan y violan como si fueran “su propiedad privada” y creen que por eso pueden hacer con ellos lo mismo que con su trapo para el piso.
Hay quienes hacen lo mismo con los ancianos, con los enfermos, con los incapacitados… abandonándolos como cuando dejan en el galpón del fondo una heladera vieja que ya no enfría…..y ya no les sirve.
Propiedad Privada… algunos van más lejos y aseguran que también sus esposas y/o parejas lo son.
Ese rótulo de: “Mi mujer” es un estigma hasta peligroso, y a algunos les hace creer que pueden hacerle lo que quieran a una mujer solo porque aceptó ser “De” uno.
Tal vez llegó el tiempo de reeducar al hombre en ese sentido de “propiedad privada”.
Solo teniendo bien claro que las épocas de vejaciones, sometimientos, aberraciones y torturas matrimoniales y "extra-matrimoniales" dejaron paso, hace rato ya, a nuevos tiempos de libertad, digo, solo teniendo esto en claro dejaremos de presenciar maltratos. abusos y asesinatos como los que por éstos tiempos se vieron en ésta y en otras diversas ciudades.
domingo, 26 de julio de 2009
¿y los que gobiernan también pasan hambre??
Casi cuatro de cada 10 niños (37,2 por ciento), de 0 a 5 años, de la ciudad de Córdoba y Gran Córdoba, viven en hogares que sufren episodios de hambre por problemas económicos. Son 50.227 niños, según el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia 2004-2008.
De ellos, 21.164 chicos experimentan hambre severo o, en otras palabras, no comen con frecuencia (15,7 por ciento). El restante 21,5 por ciento –29.063 pibes– experimenta un déficit moderado, lo que implica que ha pasado hambre en algunas ocasiones. Con estos índices, Córdoba casi duplica el promedio nacional, del 20,9 por ciento.
El Barómetro de la Deuda Social es realizado de manera conjunta por la Universidad Católica Argentina y la Fundación Arcor. El documento, al que accedió La Voz del Interior , se presentará en Buenos Aires el 4 de agosto.
El déficit alimentario se profundiza a medida que desciende el estrato socioeconómico de los hogares. A más pobreza, más niños que experimentan hambre con mayor frecuencia.
En el nivel "muy bajo", el 42 por ciento de los niños, no come lo suficiente en Córdoba. Lo mismo ocurre en el 23,3 por ciento de los niños del estrato "bajo".
La brecha de desigualdad en el acceso a los alimentos es de 23 veces entre un niño que se ubica en el 10 por ciento más pobre y otro que se encuentra en el 10 por ciento más rico, revela el Barómetro.
Pese a que las cifras son escandalosas, los índices sobre consumo alimentario –uno de los indicadores más sensibles a la evolución de la economía– han mejorado en la Argentina desde 2004. En cuatro años, se pasó del 41 por ciento de niños y adolescentes que sufrían episodios de hambre al 20 por ciento: 2.497.640 personas (se llegó a ese porcentaje en 2006 y se mantuvo hasta 2008).
El índice evolucionó de manera positiva durante los dos últimos años de la muestra, pero los datos más duros –que revelan cuántos niños viven en hogares donde es habitual no tener qué comer– treparon más de cinco puntos porcentuales entre 2006 y 2007: pasaron de 4,6 por ciento a 10 por ciento (cifra que se mantuvo en 2008).
El déficit en el acceso a la comida afecta a cuatro de cada 10 niños y adolescentes en el 25 por ciento más pobre, y a dos de cada 10 en un nivel de privación severo.
Consumos mínimos. Siete de cada 10 niños (73,8 por ciento) cordobeses de 0 a 5 años vive en hogares con al menos un problema para acceder a consumos mínimos en salud, alimentación, vestimenta, vivienda y servicios residenciales. Son 99.563 chicos.
De ellos, el 39,7 por ciento (53.614) no pudo satisfacer necesidades básicas de subsistencia. Otro 34 por ciento (45.949 niños) experimentó un déficit moderado. En este punto, la situación de Córdoba es la más desfavorable en relación con las jurisdicciones que participaron de la investigación e, incluso, con el promedio nacional. El 53 por ciento de los niños de esta franja etárea en el país vive en hogares con problemas para cubrir sus consumos mínimos. Lo mismo ocurre al 49,9 por ciento de los chicos de Buenos Aires y al 62,7 de los rosarinos.
"En general, Rosario presenta menos desigualdad que el resto de las ciudades de la Argentina. Mendoza muestra mejores índices pero más desigualdad que Rosario; Buenos Aires tiene una gran heterogeneidad (incluye ciudad y conurbano) y Córdoba, los mayores niveles de pobreza", explica Ianinna Tuñón, coordinadora del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia.
La investigadora explicó que Córdoba presenta una situación de pobreza estructural que podría compararse a la del conurbano bonaerense. Sin embargo, la encuesta incluye a la Capital Federal, que ostenta mejores índices de calidad de vida, con lo cual eleva sensiblemente las cifras y posiciona a Buenos Aires mejor que a Córdoba.
Por otra parte, a medida que disminuye el estrato socioeconómico de los niños aumenta la probabilidad de pertenecer a hogares con serios problemas de consumo.
Cuatro de cada 10 niños en el 25 por ciento de los más pobres vive en hogares con problemas severos de subsistencia.
Problemas de habitabilidad. En el período 2007-2008, cinco de cada 10 cordobeses de 0 a 5 años (49,9 por ciento) vivían en casas con al menos un problema de habitabilidad. Es decir: o hacinados o en casas precarias o inseguras o con problemas de saneamiento. El 34,9 por ciento, en viviendas con una deficiencia, y el 15 por ciento, con más de una.
Córdoba se ubica debajo del promedio nacional (56,1 por ciento) y de Buenos Aires que ostenta el récord de 60,9 por ciento de niños de esta edad con déficit de habitabilidad. La situación tiene una fuerte correlación con el estrato socioeconómico de los hogares. El 54 por ciento de los niños ubicados en el 25 por ciento más pobre del país presenta problemas severos en su vivienda.
El déficit en la habitabilidad muestra una evolución positiva estable entre 2004 y 2008. Pasó de un 62 por ciento de niños y adolescentes en viviendas con algún déficit a un 51 por ciento (5.458.900 chicos y adolescentes del país) en 2008. Es decir que en cinco años mejoraron las condiciones del hábitat de los hogares con población infantil en 11 puntos porcentuales. No obstante, casi siete de cada 10 niños y adolescentes del 25 por ciento más pobre vivía en casas con algún problema para habitarla con dignidad.
Cobertura de salud. Los problemas de cobertura de salud a través de una obra social, mutual o prepaga afectan al 47,6 por ciento de los niños cordobeses entre 0 y 5 años. El porcentaje es similar al promedio nacional (45,9 por ciento). Sin embargo, Córdoba registra mejores índices que la media del país cuando se analiza la gravedad del déficit.
En la ciudad de Córdoba, el 40,9 por ciento no tiene cobertura de salud pero tiene un hospital cercano (el 30,7 por ciento nacional) mientras que el 6,7 por ciento no tiene cobertura y tampoco un centro asistencial a mano.
¡¿ y por estos lados? como andan los crecimientos patrimoniales?
Hugo Alconada Mon
LA NACION
Raúl Joaquín Pérez preside el bloque de diputados del Frente para la Victoria (FPV) en la Legislatura bonaerense. A fines de junio se aseguró otros 4 años de mandato, mientras continúa como el influyente número dos del Consejo de la Magistratura bonaerense. Con fueros parlamentarios renovados, ahora pugna por cerrar la acusación penal por enriquecimiento ilícito que arrastra desde hace 12 años.
La denuncia se apoya en su biografía singular. Pérez (50) llegó a La Plata desde Benito Juárez, en el interior de la provincia. En la capital bonaerense vivió en una pensión con baños compartidos mientras pugnaba por estudiar Derecho, aunque antes logró avanzar más en la política. A los 31 años asumió como concejal, tres años después se recibió de abogado, entre 1999 y 2001 trabajó como director del Astillero Río Santiago y, desde entonces, ocupa una banca como diputado provincial.
Sin embargo, como empleado en el Senado bonaerense, en las calles con un taxi, y luego como concejal y presidente del Concejo Deliberante comenzó su ascenso social. Pasó a moverse en una camioneta cero kilómetro y a volar en un avioneta propia. También se compró una casa de por lo menos 320.000 dólares con un ingreso anual de 24.000 pesos como concejal en La Plata, el período de su vida que quedó bajo la lupa, mientras se divorciaba de su primera mujer.
Dos peritos oficiales, en informes por separado, concluyeron lo mismo: aún con todo a favor -créditos incluidos-, Pérez no pudo justificar entre 287.764 y 483.399 pesos/dólares acumulados durante la convertibilidad. "El importe consignado más que duplica el monto (anual) de las dietas, considerando sólo documentación obrante en la causa, lo que me lleva a concluir que el importe señalado (sin justificar) es sólo un piso", precisó el primer perito contador, Edgardo Lamonega, al presentar su informe en noviembre de 2002.
Capacidad de ahorroUn año y medio después, el segundo perito, Osvaldo Garelli, concluyó que Pérez registró una "capacidad de ahorro acumulada" durante el período analizado "prácticamente nula", lo que "determina la imposibilidad de (su) crecimiento económico". En especial, tras su divorcio y cuando su ingreso anual por dietas en 1996, por ejemplo, fue de $ 24.653, mientras que sólo sus gastos con tarjetas de crédito superó los 66.000 pesos.
LA NACION accedió a ambos peritajes, aún cuando el expediente resulta poco menos que inhallable. Desde que se expidieron ambos peritos, comenzó un largo recorrido que impidió el llamado a indagatoria y, de corresponder, el procesamiento de Pérez. Pasó por primera instancia, la cámara de apelaciones, la Casación y la Suprema Corte -donde dormitó cerca de cuatro años-, otra vez la Casación, la Cámara, primera instancia y otra vez la Cámara.
La sensibilidad alrededor de este expediente resultó notable. Al punto que cuando LA NACION comenzó a indagar antes de las elecciones, preguntó solo en la Casación. Esa misma tarde, sin embargo, y sin que mediara un contacto previo, Pérez llamó al diario para ofrecer un diálogo sobre esa causa.
Lo mismo ocurrió cuando LA NACION consultó en la Escribanía General de Gobierno si podía acceder a sus declaraciones juradas patrimoniales. La cordialidad trucó en nerviosismo cuando se precisó el nombre del diputado. "¡Ah, bueno!", dijo Alicia Valenzuela, encargada de tomar las declaraciones. Dijo que el acceso estaba vedado tras consultar a un jefe. "Sólo por nota de un juez", explicó.
El expediente se encuentra ahora a las órdenes del nuevo juez a cargo, Guillermo Atencio. Estaba en manos de la jueza de transición Carmen Palacios Arias, cuya última decisión fue llamarlo a indagatoria para el 20 de abril último. Pero Pérez volvió a apelar y el expediente subió, otra vez, hasta la Casación e impidió esa audiencia. Sólo bajó tras la disolución de los juzgados de transición y el sorteo de todos los expedientes remanentes.
Pérez replica que su crecimiento patrimonial se debe a sus ingresos como abogado. Pero los peritos objetaron esa posibilidad. "Una gran cantidad de recibos fueron emitidos en diciembre de 1996 con una frecuencia inusitada, lo que permite dudar sobre la autenticidad de los servicios prestados", explicó Lamonega. Garelli fue más allá: "La única manera de determinar la autenticidad de estos servicios profesionales sería mediante la práctica de auditorías en las empresas que aparentemente recibieron esos recibos". Jamás se hizo.
martes, 14 de julio de 2009
Si en lugar del diez por ciento fuera al revés...
Informe: La Voz del Interior