Gracias a ciertos habituales tejemanejes, que son prolíficos en los Cronistas de Revista Sojalandia, uno de ellos tuvo acceso a ciertos resultados impublicables de la auditoria a la que fue sometido nuestro estimable anterior intendente don Hugo “Jopito” Madonna.
En uno de los párrafos de tan intrincado escrito, cuya copia guardamos celosamente, dice: “Estos bonos, refiriéndose a aquellos famosos CECOM, cuya finalidad era inyectar dinero circulante entre quienes no alcanzaban a cubrir sus necesidades familiares básicas, terminaron, en su mayoría, siendo cambiados en el municipio por gente a los que con esos bonos se les habían comprado casas, terrenos, grandes cantidades de mercaderías varias, algún que otro vehículo y, campos”... lo que no aclara bien el auditor es que si los compradores fueron los grandes comerciantes que acopiaban los bonos o... aquellos que los hicieron imprimir.
A la vuelta de página, y refiriéndose a esos mismos bonos, dice: “De la totalidad de ellos se recuperó, y pagó con sus debidos intereses, una cantidad superior a la impresa por encargo del municipio. Eso se debe a que, por la mala calidad en el papel usado para los mismos, no se pudo nunca detectar los originales... de los falsos.
En otro capítulo de la revisión se hace referencia a los innumerables pedidos, que por parte del ejecutivo actuante en esos momentos, se hizo a distintas/os “prestamistas”. Dice en la página 92, ya capítulo III: “Se les pidió, y no fueron ni devueltos ni pagados en término los siguientes bienes, cuatro kilos de azúcar y un frasco grande de café de Ecuador a la familia que vive en la vereda norte, frente al palacio, dos encendedores marca Bic y un pasquín local al kiosco de calle 9 de Julio esquina Garibaldi, una escoba y un pincel al taller de calle Libertad y Echeverría y un litro de gasoil a un ocasional remisero que pasaba por ahí”.
Habla también la investigación de unos cuantos millones de pesos que deberían haber sido destinados a la construcción de casas mediocres para que vivan los carentes de la clase media pero acabaron siendo usados para levantar altos edificios cuyos pisos rentarán sus dueños pudientes y donde irá a vivir gente de... clase alta.
En uno de los párrafos de tan intrincado escrito, cuya copia guardamos celosamente, dice: “Estos bonos, refiriéndose a aquellos famosos CECOM, cuya finalidad era inyectar dinero circulante entre quienes no alcanzaban a cubrir sus necesidades familiares básicas, terminaron, en su mayoría, siendo cambiados en el municipio por gente a los que con esos bonos se les habían comprado casas, terrenos, grandes cantidades de mercaderías varias, algún que otro vehículo y, campos”... lo que no aclara bien el auditor es que si los compradores fueron los grandes comerciantes que acopiaban los bonos o... aquellos que los hicieron imprimir.
A la vuelta de página, y refiriéndose a esos mismos bonos, dice: “De la totalidad de ellos se recuperó, y pagó con sus debidos intereses, una cantidad superior a la impresa por encargo del municipio. Eso se debe a que, por la mala calidad en el papel usado para los mismos, no se pudo nunca detectar los originales... de los falsos.
En otro capítulo de la revisión se hace referencia a los innumerables pedidos, que por parte del ejecutivo actuante en esos momentos, se hizo a distintas/os “prestamistas”. Dice en la página 92, ya capítulo III: “Se les pidió, y no fueron ni devueltos ni pagados en término los siguientes bienes, cuatro kilos de azúcar y un frasco grande de café de Ecuador a la familia que vive en la vereda norte, frente al palacio, dos encendedores marca Bic y un pasquín local al kiosco de calle 9 de Julio esquina Garibaldi, una escoba y un pincel al taller de calle Libertad y Echeverría y un litro de gasoil a un ocasional remisero que pasaba por ahí”.
Habla también la investigación de unos cuantos millones de pesos que deberían haber sido destinados a la construcción de casas mediocres para que vivan los carentes de la clase media pero acabaron siendo usados para levantar altos edificios cuyos pisos rentarán sus dueños pudientes y donde irá a vivir gente de... clase alta.
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