SOJALANDIA



lunes, 29 de septiembre de 2008

"Que pocos quedamos de aquellos"

"Aun sigo cantando"

Marciano Cantero / Los Enanitos Verdes.


En aquel cajon esta tu foto

llenandose de tierra

hace tanto que no la veo

como a vos, como a vos.

Te acordas que tiempos aquellos

que tiempos aquellos

en donde todo era un buen motivo

para decir te quiero.

Que le habra pasado a la vida

que sin quererlo ya ni me acuerdo

cuando con mi viejo iba a la cancha

a ver aquel atletico.

Te acordas del flaco Spinetta

cuando cantaba, "todas las hojas son del viento"

hay toda nuestra filosofia

que era solo ser rockero.

Pero como han cambiado los tiempos

todos luchan por mantener sus puestos

hay muchos que ahora son ingenieros

que pocos quedaron rockeros.

Pero yo aun sigo cantando

y lo voy a seguir haciendo

una leccion me dio la vida

tienes que hacer lo que el corazon diga.

Y ayer quizas pensando en tu foto

por la calle te encontre andando

que poco ha cambiado nuestra onda

solo cambiaron un poco nuestros cuerpos.

Espero que el tiempo ahora no borre

a esta gente que tanto amo (todos ustedes)

Por que sin ustedes no valgo nada

Su alma es mi alimento.

sábado, 27 de septiembre de 2008

JOVENCITA

II
Confundida

Por supuesto que a la joven le maravillaba bastante pensar en lo que aquel hombre de treinta y tantos años, de cuerpo bien atlético, renombrado escritor y con mucha popularidad en cuestiones amatorias, podría hacer con ella en una cama. Y ni dudar que no la dejaba dormir esa insistente fantasía en la que se veía ella misma haciendo cosas inesperadas con un hombre como ese.
Tenía su noviecito ella, como casi todas las adolescentes de su edad, pero no era lo mismo. Con su noviecito eran amigos-novios, y las cosas que hacían cuando nadie los veía eran de un minuto o dos. Nada. Cosas suficientes para una niña, no para la mujer de dieciocho años que ya era, pensaba ella en medio del influjo de sus deseos.
Le encantaba pensar en lo que podría aprender con aquel hombre, aprender de lo que él sabía, de su experiencia. Cosas que ella en teoría ya sabía pero que nunca había consumado. ¡Y vaya si ella sabía de las habilidades del hombre aquel en las técnicas del amor y del sexo!, él fue durante un tiempo amante de su prima Claudia, aquella prima que en incontables ocasiones la llevaba a ella como coartada a sus citas amorosas. Inventaban salir de paseos o de compras juntas pero iban a la casa del poeta en el otro barrio. Ella tenía que esperar en la cocina mientras aquellos, desde el dormitorio de puertas abiertas, suspiraban, gemían y aullaban cosas que la inquietaban y despertaban en ella conmociones sensuales que la dejaban suavemente temblando.
Las ataduras de sus inexpertos años comenzaban a ahogarla. Todo en ella pedía ser rescatada por un hombre como ese. Suponía que de otra manera nunca iba a salir de aquel cerco de sueños e inquietudes que en medio de las tardes, y de la noche en su cama solitaria, la ahogaba más y más cada día.
Fue durante esos encuentros a los que iba como acompañante de Claudia que comenzó a desear al que, a sus ojos, era un superhombre. Un "pedazo" de hombre de treinta y tantos años. Y comenzó a sufrir cuando tenía que soportar que no fuese ella la que él esperaba por las tardes, y cuando apenas la saludaba, y que solo cruzara con ella dos o tres palabras, y que se llevara a la cama, que estaba a solo cinco pasos de ella, a su prima. Sufría y más lo deseaba.
Claudia estaba casada con Santiago por ese entonces, y el hombre de treinta y tantos años estaba de amoríos con Flor, una hermana de aquel. O sea que su hombre deseado se repartía entre dos mujeres. Y ella se moría de ganas de ser la tercera. Presentía que aquel hombre era capaz de eso, y eso la alentaba. Si ya la segunda, su prima, era un secreto celosamente guardado frente a todos, ella, como tercera, sería un interesante súper secreto. Y siendo así podría encontrarse con él en lugares para los demás impensables, como en el viejo túnel del abandonado tren del parque, lugar secreto al que ella acudía cuando estaba triste y en el que podrían entrar hasta la parte más oscura y acostarse juntos al costado de los viejos rieles usando como cama sus propias ropas. Y podrían besarse sin que nadie los viera, y desnudarse y hacerse entre ella y él todo lo que él y la prima se hacían en la cama de su dormitorio sin puerta. O podrían acordar encontrarse en el viejo circuito de carreras, que estaba cerrado pero al que no era difícil acceder y que contaba con techados boxes, duchas incluidas. Allí podrían hacer cosas más locas aún porque había viejos coches de competición con grandes y acolchadas butacas. Viejos coches en los que podrían hacer el amor totalmente desnudos sin temor a que nadie los viera porque, sin competiciones, nadie iba por esos lados. Podrían hacerlo con ella acostada de espaldas sobre la chapa que cubre el motor de los autos o metidos en las fosas que se usan para ver los coches desde abajo. Y hasta podrían estar horas duchándose y amándose mojados con el agua al natural de las duchas abandonadas hasta la próxima carrera. También, ya que esto sería más que un secreto, podrían ir al hotel más reservado de la ciudad, ese al que van los amantes clandestinos. En ese tipo de hoteles, según le habían contado algunas amigas mayores, hay cuartos preparados al gusto de los amantes. Hay cuartos con camas especialmente grandes y de colchones de agua. Hay otros con cómodas bañeras para dos en las que una perfumada y burbujeante agua te pone a punto para una sesión de masajes sexuales inolvidables...
Solía verlo la muchacha, pasar al mediodía caminando de la mano y a las risas y besos con Flor y nuevamente verlo a media tarde, mientras aquella trabajaba, recibir en el departamento en que vivía, con un largo beso en la boca, a su prima Claudia.
Así fue conociendo todo del hombre. Y supo de sus cualidades amatorias. Imaginando algunas de acuerdo a lo que oía desde el dormitorio o directamente espiando todos los movimientos desplegados sobre el cuerpo ansioso de su prima en una cama sin sábanas. Supo reconocer, después de mucho comerse con la vista y escuchar, cuales cosas hacían que él gimiera y cuales hacían que fuera la prima la que aullara en una interminable felicidad.
Alguna vez aquellos le pidieron a ella permiso para verse en su propia casa. Era en un tiempo en que la novia del hombre no trabajaba. Y no tenían otro lugar para encontrarse. Ella al principio se negó pero el insistente pedido de la prima la convenció. La primera vez que fueron fue en la ocasión en que los padres de la joven no estaban. Ocuparon la cama matrimonial que ella se ocupó de preparar antes y después de su visita. Ahí no pudo ver nada y poco pudo escuchar. La segunda ocasión en que vinieron a su casa estaba su madre. Eso llevó a que los tres se encerraran en su cuarto con el pretexto de estudiar algo inexistente. Ahí, mientras los amantes se prodigaban poco a poco más y más ardientes mimos, ella no despegaba los ojos de la televisión. En pocos minutos los dos estaban amándose bajo las sábanas de su propia cama a un paso de ella que, completamente ignorada, era una espectadora directa de todos los ardientes actos sexuales que, eso si, eran tan silenciosos como sus animadores podían. Sin duda que ella hubiese muerto por que la inviten a sumarse al dúo. Pero nada de eso sucedió. Al acabar los amantes su tarea erótica le pidió su prima las disculpas innecesarias y le agradeció el permiso concedido...y él ni la miró más que la vez que tuvo que saludarla cuando se despidieron.
Otra vez los acompañó a la terraza de edificio donde vivía Claudia. En el departamento, tres pisos más abajo, estaba su marido descansando. Eligieron una hora en la que no había casi nadie en el edificio y hasta el portero aprovecha para descansar también un rato. Subieron los tres, trabaron la puerta y ahí nomás, mientras ella pretendía concentrarse en algún punto lejano de esa visión de la ciudad, los amantes se desnudaron completamente y comenzaron a besarse, a rozarse, y a penetrarse de a poco. Ella apenas se atrevió comenzó a mirarlos, de reojo primero, y después naturalmente ya que para esos momentos era completamente ignorada. Los amantes parecían gozar mucho más que de costumbre, tal vez, pensaba ella, por estar teniendo sexo a pleno sol y como únicos testigos al celeste cielo y a unas pocas plantas (incluida ella, ya que eso parecía que la consideraban) fijas a sus macetas. Aunque cuando todo iba terminando entre la fogosa pareja le pareció ver, en uno de los cambios de posiciones corporales, fugazmente, la mirada de él quedarse un segundo fija en la suya. Pero tal vez le pareció nomas, no estaba segura y por más que buscó a ver si se repetía, eso no ocurrió. Solo cuando los cuerpos brillantes de húmedos, mojados de saliva y sudores sexuales, se incorporaban del improvisado lecho a cielo abierto ella dejó de mirar y aquellos parecieron verla. Pero todo era ya como normal y ninguno le dijo nada. Solo reían y jugaban a arrojarse las ropas que se hallaban desperdigadas por el piso y entre las plantas.
A partir de ahí ella podía entrar al dormitorio mientras ellos en las tardes de citas fugaces hacían el amor ardientemente. La veían, sabían que estaba ahí pero su fogosidad no cambiaba. Nunca le decían nada.
Una de aquellas tardes ardientes de sexo la jovencita se sentó en un rincón de la cama. Podía oír hasta el mínimo suspiro, las frases entrecortadas casi siempre sensuales que ambos se decían, los quejidos. Hasta los inesperados sonidos que, en algunos de los tantos cambios de posiciones, los sexos al rojo vivo suelen emitir sin el control de sus dueños. Podía ver el efecto de cada beso, de cada caricia en uno y otro. Podía ver la parte de uno entrar y salir en partes de de la otra. Podía ver como se enrojecían las pieles y las partes, y como se unían una y otra vez. Podía apreciar plenamente el aroma dulzón que irradiaban aquellos cuerpos, el perfume que se instalaba en ella y la enloquecía de placer. Hasta pudo rozar cierta vez con la yema de sus inquietos dedos la piel transpirada del hombre de treinta y tantos que pareció no sentirla. Pudo por fin sentir en sus dedos el ardor del cuerpo de un hombre haciendo el amor. Todos sus sentidos estaban satisfechos aunque no se haya animado a tocar con sus labios, con su boca, lo que hubiese querido besar.
La siguiente tarde de pasión fue la que trajo más ansiedad y la más esperada por la joven. Fue en la que estuvo más nerviosa. Como si hubiese comprendido que esa tarde era aquella en la que algo cambiaría para siempre.
Esa mañana, como siempre lo hacían, planearon con Claudia la escapada. Dijeron a quienes les escuchaban que irían al comprar cosas para la casa y luego al cine. Por la tarde, a la hora de siempre tocaron suavemente la puerta y fueron recibidas por el hombre de treinta y tantos que se hallaba vestido solo con un pantalón de playa. Las esperaba con el café listo, como siempre. Aquel café que solo ella solía beber completo. Y así nomas, como si las cosas fueran de lo más normal, entraron los tres casi juntos al dormitorio. Nadie decía una palabra. La pareja comenzó a besarse, en la boca, en el cuello, en los brazos. La jovencita estaba parada al lado de ellos casi tocándolos con su piel virgen y dorada. Y como si todo fuese parte de lo mismo de siempre, se halló de pronto besando y siendo besada, acariciando y siendo acariciada, desvistiendo y siendo desvestida. Se halló de pronto acostada de espaldas en la cama, enredada en un mar de tibios cuerpos que la movían de un lado a otro. Y tocando con ambas manos el cuerpo del soñado del hombre de treinta y tantos. Y se sentía tocada por él. Sentía su boca curiosa, mojada y hambrienta entre sus senos, en su vientre. Sentía lo que siempre había soñado, su boca y su lengua entre sus piernas. Cuando estaba a su alcance, palpaba esa parte del hombre que ya conocía de vista. Y le parecía mejor aún de lo que había imaginado. Le parecía más grande, formidable. Le parecía hecha a su medida. Y comprobó que sin duda lo era ya que en un momento intuyó a su portador en posición y sintió entrar dócilmente aquello anhelado en su nunca antes domada aridez. Luego fueron una y otra vez, y unas y otras partes, durante un tiempo en que ninguna otra cosa existió. Hasta que se vio a sí misma reuniendo su ropa, vestirse lentamente y caminar hacia el olvidado café que frío esperaba sobre la mesa de la sala.
Tal como había supuesto, ya nada fue como antes. Aquella fue la última ocasión en que el poeta le permitió a Claudia apelar a ella como compañía para esconder sus ardientes e ilegales encuentros amorosos.

jueves, 25 de septiembre de 2008


CHISTE, CHISTE


Se completó la ampliación de la red de gas en toda la ciudad; En esta cálida mañana de septiembre, representantes de la intendencia municipal dejarán formalmente inaugurado el último tramo de la red de gas natural en el Barrio Parque. El acto se llevará a cabo a partir de las nueve de la mañana en la esquina de las calles Uruguay y San Lorenzo. A dicho acto asistirán como invitados de honor los ochenta trabajadores municipales que hicieron posible que dicha obra sea terminada veinte días antes que venciera el plazo establecido al comenzar la misma, hace un año.
La red, que se extendió ya a todos los barrios de la ciudad, se hizo bajo el sistema de “Hermanamiento”, método creado e impulsado por el Excmo. Sr. Intendente y que permite compartir el costo entre los frentistas y los aportes de distintas empresas y particulares que se solidarizan con los vecinos menos prósperos.



No crea que lo van a tildar de “comunista”, “terrorista”, “trolo” o “vende-patria” por contribuir a la resistencia de "Revista Sojalandia". Confíe en el libre pensamiento y en esto de que algunos sí luchan por manifestarse más allá de la mezquindad general.
Llame, escriba, suscríbase, y “aporte” ideas, pensamientos y libras esterlinas. Su apoyo se convertirá en futuros periódicos de papel tan perdidos como éste.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

"los dueños de la cultura" en San Sojalandia


“Conozco literatos elitistas

que creen merecer genuflexión

solo porque han escrito en “revistas”

a las que les pagaron la edición”

domingo, 21 de septiembre de 2008

El amor empieza

Roberto Juarroz

El amor empieza
cuando se rompen los dedos
y se dan vuelta las solapas del traje,
cuando ya no hace falta
pero tampoco sobra la vejez de mirarse,
cuando la torre de los recuerdos, baja o alta,
se agacha hasta la sangre.
El amor empieza cuando Dios termina
Y cuando el hombre cae,
mientras las cosas, demasiado eternas,
comienzan a gastarse,
y los signos,
las bocas y los signos,
se muerden mutuamente en cualquier parte.
El amor empieza
cuando la luz se agrieta como un muerto disfrazado
sobre la soledad irremediable.

Porque el amor es simplemente eso:
la forma del comienzo
tercamente escondida
detrás de los finales.

primavera




SEÑORA DE MI PATIO

La encontré una tarde en el olvido

del rincón de tierra de mi patio,

pequeña, sin renuevos todavía.



Al bautismo diario de su vida

constante asistí, esperanzado.

Y fui feliz una mañana

cuando aun tímidos,

sus primeros abrazos

al cielo se extendieron.



Poco a poco ocupó su espacio,

y al cabo de dos años de aquel día

se convirtió en la Señora de mi patio.



Es desde entonces

que con besos puros y dorados,

brillantes de rocíos

y plenos de efluvios

una hermosa madreselva

acaricia mis mañanas.

viernes, 19 de septiembre de 2008

MULTAS MAL COBRADAS



Muchos se preguntan: ¿como fue que se descubrió que los agentes municipales no estaban lo suficientemente capacitados para detectar infracciones y labrar multas por las mismas?...



El intrépido cronista de "Revista Sojalandia" investigó, y tras el paciente desenredo de información concluyó que fue gracias a ciertos notables errores que se notó la inoperancia.



Se supo, para que tengan una idea, que un agente multó, por circular con su vehículo en forma peligrosa y por un camino no permitido a un niño que manejaba su triciclo por el césped de la plaza San Martín de Barrio Jardín. Otro "Chapacana" multó, por derramar aguas servidas en la vía pública al dueño de un caniche toy cuando este blanco can meó un árbol en una vereda del Bv 25 de Mayo.



También los muchachos, y las chicas, de azul penalizaron con abultadas sumas al maquinista del Belgrano cargas por los ruidos molestos causados con la bocina y las ruedas del tren que comandaba, a los muchachos del transporte "el perejil" por decirles piropos groseros a las chicas mientras manejan su 350 y al negro pijui por no bañarse nunca.




Otras multas dudosas son: la que le hicieron a una empresa de traslados funerarios por entorpecer la libre circulación en las calles, a una morocha infartante que por su paseo en minifalda provocó un accidente múltiple en la esquina de calle mitre y belgrano y a un hotel alojamiento, que por no tener un semáforo en la entrada/salida repetidamente hace que se provoquen difíciles embotellamientos.

FIESTA-FIESTA

Este fin de semana, y para festejar nuevamente el haber llegado a los mil visitantes por día, “Revista Sojalandia” brindará una cena-kermese en la que estarán presentes todos los integrantes del staff. Se descuenta que habrá buen asado, mucho vino y música, y que no se permitirá a nadie decir ningún discurso sin estar borracho.

También se informa que no habrá periodistas, ni de "uno" ni de "otros" medios, ni políticos, ni chupamedias, ni religiosos. Lo que sí habrá son mujeres, cortesanas en ejercicio y de las que van a ir a este acto justamente a practicar para eso.

Habrá castillo inflable para los niños asistentes y muñecos, también inflables, para las damas que los requieran. No faltarán las mesas para jugar al tarro, al truco y al chin chón y se pondrán sobre una pared grandes fotos de algun intendente, y ex, para que todos los asistentes puedan practicar su puntería arrojando tomates y huevos podridos.
Habra sorteos de diversos, y curiosos, objetos donados para tal fin. Se sorteará, por ejemplo, una foto en la que se ve al ex intendente local compartiendo amenos cafés con el grupo de sindicalistas porteños liderados por "madonna" Quirós y otra rarísima foto en la que puede ver al flamante intendente, a los doce años, esforzándose en el único trabajo que hizo en su vida: recortando con una tijera, de una revista billiken, la foto del general perón.

El costo de la tarjeta, en la que se incluye comidas, bebidas, show y entrada a una posible orgía sexual será de cien euros o un quintal de soja.

martes, 16 de septiembre de 2008

EN MEDIO DE LA NOCHE EL MÚSICO CIEGO

En medio de la noche, hasta casi amanecer,
la música de un piano recorre las ventanas
del caserío dormido, en el barrio La Esmeralda.
Do fa sol la sol mi mi do... dice una canción,
do mi mi do do mi mi do... le sigue una más.
En medio de la noche las melodías acunan
a obreros que duermen esperando un nuevo sol
y rozan a muchachas que sueñan el amor.
Poetas y estudiantes permiten al cansancio
perderse entre las hojas de sus crueles cuadernos.
Preparan el examen y buscan el poema
mientras calla el silencio, a causa de aquel son.
Sol fa mi mi mi, sol sostenido y si re do...
infaltable en el aire esta clásica canción.
Metido en su cuartito, el músico bohemio
en medio de la noche del barrio La Esmeralda
recorre en canciones lo que jamás dirá.
Mi fa sol sol sol sol fa mi fa mi do... comienza,
la la la si do si la sol... sol con do. Y adiós

lunes, 15 de septiembre de 2008

viernes, 12 de septiembre de 2008

FUENTE DE LOS DESEOS

Debido a la urgente necesidad de acabar, de una vez por todas, de reacondicionar la fuente de la plaza cívica, al intendente y su tribu, se les ocurrió un original modo de amortizar rápidamente el costo que dicha remodelación trae aparejado. Para eso, planean convertir a la inútil fuente en una Fuente de los Deseos.
A dicho espejo de agua se le otorgará, por parte del municipio, el poder, a cambio de una simple moneda de a peso, de otorgar el cumplimiento de un deseo.
Desde el momento mismo de haberse conocido la noticia es que están desesperados reservando turno muchos de los habitantes de San Sojalandia.
Están ya, con los primeros lugares adquiridos, muchísimos productores rurales que pedirán lluvias a granel y subas en los precios de la soja y los alquileres de propiedades.
Detrás de éstos están los hinchas de river, que piden a llanto pelado que su equipo gane alguna otra copa internacional.
Están también esperando para lograr el deseo de que el gas llegue a sus domicilios, todos los vecinos de todos los barrios periféricos de la ciudad.
Y los albañiles también estarán en la larga fila para pedir deseos, pedirán que los que hacen construir sus onerosas propiedades para la renta y para sus amantes, entiendan que los presupuestos de mano de obra tienen que aumentar tanto como aumentan los materiales necesarios para construir.
Estarán muchos políticos, sindicalistas y religiosos también esperando para pedir sus deseos de que la gente de la city continúe mirando tinelli y no se avive de sus chanchullos.
Y por ahí se lo verá a cierto redactor de cierta burda revista virtual de humor pidiendo que se le conceda un oscuro y lascivo deseo que mantiene con respecto a una morocha que trabaja en un lugar de comidas.

jueves, 11 de septiembre de 2008

20 Millones

Nos preguntamos: ¡Qué van a comprar, el inoperante Llaryora y sus secuaces, con los veinte millones de pesos que andan pidiendo prestados?

Y nos respondemos ladinamente:


A los jueces, para que le fallen a favor en el tema de los des-contratados y echados.

Papel para hacer los nuevos billetes de San Sojalandia

Diez mil calentadores chinos para repartir entre los manifestantes que protestarán, por la falta de gas, frente al palacio apenas pase el verano.

Cien motos de agua para que use la policía de tránsito cuando caigan los doscientos primeros milímetros de lluvia.

Cien mil huevos de pejerreyes para poblar de éstos la laguna de retardo de líquidos de desagues.

Cuatro o cinco mil chupetines dulces para repartir entre la gente de los barrios en el recorrido que hará el intendente en los festejos del primer añito en el gobierno.

Mil talonarios de cien multas cada uno, que se labrarán en un mes, por agentes idóneos, para recuperar las que hicieron mal unos chicos del partido cuya única experiencia en las calles fue cuando pegaban afiches para la campaña pasada.

Una máquina de hacer llover para sus amigos, los terratenientes sojeros.

Un nuevo secretario de gobierno.


11 s

11 de Septiembre... día soleado, con pocas posibilidades de lluvia y con muchas menos de festejar algo de lo que se conmemora hoy.
Igual vamos a ver si rescatamos lo positivo en algunos hechos históricos ocurridos en este significativo día.
Vamos a comenzar por lo del maestro. -Sarmiento. (Lea: hernandavos.com.ar y se sorprenderá)-
Al recordar a mis maestras de la primaria en la escuela xx... al oeste de la city. Año 70 a 77 se me retuercen las tripas. A ninguna le importaba nada de los niños que por ahí deambulábamos, solo prestaban un poco más de atención en un puñadito de privilegiados hijos de algun "clase media" encima como que estaban toda las clases preocupadas, y asustadas, por los líos de aquella época. Tan asustadas que indirectamente colaboraron con la mala educación de toda aquella generación de pobres niños pobres.
De las otras maestras que cruzaron mis caminos recuerdo a la que un día tomaba una de mis manos y la metía bajo su pollera hasta su caliente entrepierna, al otro me tomaba las dos manos y las apretaba contra sus enormes tetas, otro tomaba con su boca mi "palo" caliente hasta que me veía casi desmayar. Tendría yo quince o dieciseis, de aquellos de antes... No recuerdo mejor maestra que esa.
...........................Ya es tarde, está acabando el día 11 ya. No pude escribir ni de las torres gemelas ni de Salvador Allende...
¡Hasta el año que viene chicos!

miércoles, 10 de septiembre de 2008

BEBÉ

Ayer... justo ayer, nada menos que en el día del cumpleaños de la ciudad nació, a las 4 de la tarde, con un peso de 3.600 gs, el bebé más lindo del mundo. Nació, como es debido en todo bien nacido, en el único hospital de la ciudad, donde nacieron su padre y sus hermanos. El nombre que portará en este mundo y mientras dure su vida todavía se está discutiendo en los ámbitos familiares. Mientras el Padre quiere que se llame Román... imaginarán por quién, la Madre intenta imponer el: Jonathan... y los hermanos van desde: Zeus, hasta: Juan Martín, por el tenista.
Tiempo de decidir hay hasta el viernes a la mañana...
Aceptamos sugerencias... mientras no sean: Jorge, por el impresentable Bucco, Hugo por el escurridizo Madonna y Martín por el inoperante Llaryora.
(más tarde habrá fotos, del bebé, obvio)

lunes, 8 de septiembre de 2008

Fragmento de "El Gordo y su historia" -pa que tengan literatura-

Mientras tanto el incansable espíritu del Gordo Omar, que había sido sacado a las patadas de la oficina de Asuntos Terrestres, se aprestaba ahora a intentar en la de Derechos de los Humanos Muertos. En ese lugar iba a tratar de hacer valer su postura de privilegiado por los derechos especiales que a él, y a otros en su misma condición de asesinados, les otorga la Constitución Única de los no-vivos.
No iba a cejar en su propósito de hacer que todas las fuerzas cósmicas se orientaran a empujar de todos los lados posibles para que su equipo de fútbol en la Tierra salga de una vez campeón en serio. Y no iba a abandonar su empeño aún cuando espectros de todo pelaje no hacían más que repetirle que desde ahí se podían hacer mil cosas, pero no milagros.
Aquellos derechos especiales, en los que tan astutamente buscaba ampararse, hacían referencia, entre muchos otros asuntos, a ciertas cosas que les eran dadas a todos aquellos cuyas vidas les fueron arrancadas en forma violenta antes de haber cumplido treinta años en el mundo de los vivos. Se les otorgada, por ejemplo, la oportunidad de andar por el mundo, aunque sin ser visibles y sin poder para tocar ni mover nada.

-Yo te puedo asegurar, me supo decir el Gordo, que es tan injusto este privilegio. Imaginate, poder andar por las cálidas playas brasileras, pero nada de tomar ni siquiera una caipiriña, o puedo entrar a los camarines en los mejores desfiles y ver las modelos más lindas del mundo... pero no puedo acariciar ni el cabello a ninguna de ellas... y lo que es peor, no puedo ni tomarme un vino con el Burrito Ortega...-.

Otro de esos beneficios era el de poder, en un solo día, pedir que tres actos del mundo de los vivos puedan ser “orientados” por ellos. Siempre y cuando no tengan que ver con muertes, accidentes y dinero... El Gordo usó sus tres oportunidades cierta vez que jugó la Selección Argentina, y el Loco Palermo... erró los tres penales.


UNA NOCHE... RAQUEL -pa que vean que es cierto lo de cultura chota





Regresé cierta noche, aún malherido de amores, al famoso Pub “El Doce”. Y lo hice después de un par de meses de vida sedentaria. Volví por pedido expreso de ir a ver actuar a un grupo de ruidosos amigos... mitad músicos y mitad batifonderos, diría nada más que como dato, pero bueno, por cierta prolongada y sincera amistad, allá fui. El desánimo por haber aceptado el acompañamiento quedó disuelto de entrada nomás ya que al intentar abonar mi correspondiente pase el guardapuerta de ninguna manera me quiso aceptar retribución alguna. –Como bienvenida, -dijo-. Lo que me hizo pensar en algo así como el hijo pródigo que retorna. Nada menos.
Seguro que por lo deshabituado fueron transcurriendo lentos, y sin mucha alharaca, el recital y la noche. Conmigo en un rincón solitario, apoyado en la barra entre copas, cigarrillos, el ir y venir del "barman" y el presentido recital de mis amigos. Todo olvidable, hasta que durante un breve silencio, desde el incómodo escenario, al Número Uno se le ocurre decir no sé qué de mí e invitarme a subir a escena. Cosa que, con algo de mala gana hice nomás, pues no era cuestión de desairar a un buen amigo. El intrépido no tardó un segundo en pedirme que cante o recite algo. Yo hubiese preferido que me mande desaparecer, pero... ya estaba allí, ¿qué iba a hacer?. Una leve inclinación a modo de saludo hacia el público y un breve intercambio de palabras con los cuatro instrumentistas puso todo a punto de acompañar a mi desentonada voz y a los sonidos que mis dedos pudieran sacarle a ese prestado piano. Después de berrear las cuatro o cinco rebuscadas poesías hubo bastante palmoteo, aunque no hubiese tenido porqué haberlos. Mi actuación no fue de las mejores, un poco por el güisqui y el resto por propia ineptitud. Pero a esa altura de la noche, pensé, a quién le importa el virtuosismo mientras les haya sonado agradable. Y creo que así fue, a juzgar por los suaves asentimientos que alcancé a ver mientras ejecutaba, en el peor sentido, tan dulces versos.
El levantarme, agradecer con una sonrisa a los músicos y con un breve “gracias” a la gente que en lo global de esa desenfrenada fiesta ni siquiera oyó bien de qué se trataba, fue un solo movimiento. Salvo uno o dos amigos, casi irreconocibles por la tenue luz que alcanzaron a palmear mi hombro cuando pasé rápidamente entre ellos, nadie me saludó. Ir hasta la barra y pedir otro "on the rocks", fue también un solo movimiento. Todo así se mantuvo hasta que el tintinear del hielo en la soledad del vaso me alertó que, o el mismo perdía por algún invisible agujeruelo o dicho ardiente líquido yacía en mi estómago. Hecho que era como para ponerse a pensar pues ya iban tres y en compañía de vaya a saber que cantidad de cigarrillos... Y fue a través del humo de esos venenosos cilindros que la vi a ella acercándose... Primero pensé que casualmente elegía ese lugar para abastecerse de algún bebible, pero no, resuelta me miró a los ojos y me habló así:
-Estuvo buena tu breve actuación poeta, y ya que no he visto casi adhesión a tu buena voluntad de recitar para estos sordos, he decidido no solo pensarlo sino también decirlo. Es por eso que estoy acá, y desde luego para que compartamos una copa... la mía, porque veo que la tuya ya fue-
Allí nomás pensé: -Vaya ¡qué mujer!-, mientras hacía una seña al andarín joven de la barra para que diera nueva vida a mi agujereado vaso y al que ella traía en su mano.
Agradezco tu elogio, -le dije-, es algo bueno para la que suponía una mala noche.
-Mi nombre es Raquel, -dijo-, y ninguna noche es mala si uno sabe esperar, ¿oís, por ejemplo, esa música lenta?, es una buena ocasión para bailar, vení, bailemos-.
Su mano tibia tomó la mía y con decisión me llevó a una poblada pista de baile.
Lo que sucedió desde ese momento trataré de describir: Su cintura entre mis manos y sus manos en mis hombros, su pelo rubio que se mecía suavemente como un pequeño jardín de girasoles. Sus ojos color cielo posados en los míos hiriéndolos con una mirada pura, inolvidable. Su rostro blanquísimo reflejando su natural belleza. Y el perfume de su piel, ese maravilloso aroma que terminó extasiando a mis sentidos he hizo que me entregara a sus brazos, a sus movimientos. Y sus labios, sus labios susurrando en mis oídos, sus labios, rozando primero los míos y luego uniéndose a ellos en un soñado y dulcísimo beso, un beso único, para esa ocasión única.
En algún momento entre todo eso que estaba pasando me dijo sonriendo: -vamos a descansar-. Y su mano, ahora en mi espalda, me guió entre la gente hacia el rincón aquel de la barra. Al llegar, ya no estaba conmigo, y al girar tampoco la vi entre la gente. Esperé casi sin moverme, no sé cuanto tiempo, solo sé que despertaron mis sentidos cuando oí el saludo final de mis amigos músicos. Y me hallé otra vez acodado en la lustrosa y dura madera.
Al lado de mi siempre vacía copa estaba la suya, también vacía.

Feria del Libro

Por estos días se lleva a cabo la feria del libro en nuestra capital provincial. Me entero por La Voz, del interior, eh? Y me entero además que mañana martes va a estar como "conferenciante" nuestro (aunque ahora, con la jubilación del estado a cuestas viva en la capi) Ferni López, el autor local de novelas como "arde aún sobre los años", "el mejor enemigo" "el ganso parlante" y "la odisea del cangrejo" entre otras/os libros. este autor, entre otros dos o tres, van a charlar con quienes asistan sobre... humor, literatura y política. justamente los tres ejes sobre los que, peligrosa y penosamente, se busca mantener nuestro blog-revista. Estaría bueno poder asistir a tal acontecimiento cultural... pero la ardua tarea que para sobrevivir en este mundo caníbal debe ejecutar a diario nuestro, por ahora, único cronista, no lo permite. Lástima, pero recomendamos ir y luego enviarnos sus opiniones.

domingo, 7 de septiembre de 2008

SE VENDE



REVISTA SOJALANDIA EN VENTA... Sí, como lo lee. Y no es que seamos unos vendidos, para nada, solo que nos pusimos a la venta... Es que queremos salir en papel y vamos por que nos compren.Nos vendemos con el único rostro posible: humorístico, agrio, irónico, plagiario e incorregible. Y en cualquier formato: Croniqueros de trescientas palabras, inventores de noticias ficticias breves, seleccionadores de textos perdidos de olvidados autores, oblituaristas. Nos vendemos porque consideramos que andar ofreciendo en un blog, gratuitamente, nuestro trabajo literario, aunque sean trabajos bastante pobretes, es no darle valor al esfuerzo de exprimir teclas y palabras.Intentaremos que amigos y enemigos pongan unas monedas para que podamos empapelarnos, pero si así no lo hicieren no tengan dudas que ahí nomás nos daremos vuelta el poncho de un modo desolador... y nos seguiremos regalando. Todo sea para no dejarse ganar por el desconsuelo, ya que nada es más triste que intentar venderse en una ciudad donde la gente parece que solo piensa en comprar una casa quinta, una ford ranger o diez departamentos para alquilar.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Valium para varios

Esta semana se batieron todos los records de venta en las farmacias de S. S. de cualquier pastilla que pueda usarse como tranquilizante. Incluso se agotaron las reservas de hierbas que siendo hervidas y bebidas como té, cumplen una similar función.


También fue mucha la asistencia a los templos religiosos, oratorios en las plazas y paradas ruteras donde se adora al gauchito Gil, a Rodrigo, Gilda y a la Difunta Correa. Igual de concurridos por multitudes se vio a los consultorios barriales de cuanto curandero "cartee" por la ciudad y la zona.
De un modo inversamente proporcional se pudo apreciar la contratación de viajes de turismo, de plomeros, de taxis boys y de prostitutas.


Desde nuestra Revista Sojalandia pudo averiguarse los motivos de tal desbarajuste social... y no son otros que la baja abrupta del precio de la soja y la falta de lluvia en los campos.

viernes, 5 de septiembre de 2008

CASCOS









Desde que en las calles de San Sojalandia se hicieron duros los controles en la obligatoriedad del uso del casco en los motoqueros que por ellas deambulan, se puede ver el ingenio usado para tomar con humor tan incómoda imposición.






Algunos aprovechan para mostrarse tal como son... unos marcianos.











Los más beligerantes skingers se ponen el suyo y salen a pisar con la 1100 cl. a cuanto pobrete con una 50 cl. vean por ahí.







Hay también quienes aprovechan y sacan a relucir su sangre enraizada en la vieja península itálica y suben a su corcel de dos ruedas ataviados con su casco cesáreo.


Tampoco faltan en la calle quienes salen, como buenos conquistadores, a mostrar sus dotes de brutos gallegos que se creen que aún están en una caravela.








Y los de siempre, que salen en sus motos brillantes a pasear por el boulevar en tribu con sus amigos, y dan diez, cien y mil vueltas mientras sus novias los esperan... con quienes no tienen moto porque prefieren para estas ocaciones, el asiento de atrás del auto.


ANEXO


San Sojalandia será anexado como un nuevo estado a la larga lista de los ya existentes en el dulce cielo primermundista.
Ardua fue la tarea de los dirigentes sojalandistas para lograr tan ansiado cometido. Comenzaron implementando la obligatoriedad de la siembra, y la cosecha, directa a los bolsillos de la élite sojera, y continuaron con el fomento de la migración hacia países lejanos de las clases trabajadoras no separatistas.
Este anexamiento permitirá a los ilustres dueños de S. S. tener línea directa con G. W. Bhuch por cualquier problemita que pueda surgir con los disconformes de siempre, visa libre para poder pasear con su Cesna y mirar desde arriba al resto de pobres latinoamericanos y entradas gratis para ir a disneyland a rascarle las bolas a mickeymouse.

jueves, 4 de septiembre de 2008

a los amigos del campo


Por más que recorran caminando cien iglesias y capillas, y donen dos o tres departamentos nuevos a la curia, por más que inviten a comer cien asados al obispo, o a los laderos de ese mismo obispo. Por más que esperen y esperen por la ayuda de Rosa, la santa y vayan a cuanto curandero conozcan. Así donen cuatro pesos al primer pobre que vean y no pateen por dos días al gato, o a la sirvienta. Por más que juren y rejuren que de ahora en más van a ser buenos y van a disfrutar más de los amigos y la familia. Por más que puteen y recontraputeen a las nubes mirando al cielo, así griten, zapateen y se arranquen los rubios pelos de la cabeza… no va a llover.