PLANETA SOJALANDIA "En cuanto a la acerba ironía (aquì mostrada), fácil es rastrear sus orígenes, pues, como en infinitos casos similares, deriva de la frustración"... Manucho Mujica Laínez en su cuento Las Alas
SOJALANDIA
miércoles, 31 de diciembre de 2008
2009
Buenos Augurios para aquellos que no esperan que sus cuestiones cambien por solo desear cosas y esperar que caigan del cielo, o del aparato tragamonedas.
lunes, 29 de diciembre de 2008
Caballo árabe para uno de los Tres Reyes
Inició el negro la búsqueda del que nació montado en un elefante pero cuando llegó al Nilo tuvo que abandonarlo porque el animal se negó a cruzar el río nadando con tanto presente sobre el lomo. Por esos lugares fue que se reunió con los otros reyes blancos. Iban a compartir la búsqueda así que estos le cambiaron la mitad del aloe por un camello viejo. Se lo cambiaron por un camello viejo un poco porque les interesaba el producto refrescante y curativo y otro poco para que no llegue antes que ellos.
Así partieron siguiendo la señal que les hacía una estrella y que les marcaba el camino hacia el nuevo rey que hacía pocos días había nacido. El rey que llevaba el oro iba delante, el negro al medio con su carga de aloe y el del incienso caminaba detrás de aquellos dos cuidándole las espaldas a su hermano blanco de un posible robo por parte de aquel negro sospechoso, en algún descuido, del oro para la ofrenda.
A bastantes kilómetros de Belén se les acabó la comida. Estaban en una zona desértica lejana de cualquier oasis salvador. Aquella noche los reyes se postraron a pedir una señal de alivio a su falta de comida, entonces otra estrella les señaló el lugar donde descansaban los tres camellos. Ahí mismo interpretó el rey del oro la señal... y se comieron el viejo camello del rey negro.
Caminando llegó el negro Baltasar al pueblo elegido y con su presente en la espalda. Y fue el último de los tres en entrar a saludar al niño, ya que tuvo que quedarse afuera cuidando los camellos, de los otros dos.
No se sabe cómo ni en qué volvió a su tierra después de aquel acontecimiento histórico el rey negro... mejor que no se sepa, prefiero pensar que merced a un primer, y rápidamente olvidado, milagro de aquel niño, de repente aparecieron en aquel pesebre un par de briosos caballos árabes. Caballos árabes para el Rey negro, Baltasar.
miércoles, 10 de diciembre de 2008
LLARYORA. poco en un año
Casi nada de nuevo. En gastos superfluos lo mismo, en obras públicas igual que hace rato, en trabajo social lo mismo de hace años... que sacan, que ponen, enroques, gambitos que distraen, pero de nuevo... casi nada.
Comprar es la consigna parece... comprar grandes vehículos, pintarlos de amarillo fuerte para que resalten en las fotos publicitarias... aunque al poco tiempo se rompan, aunque no sepan usarlas, aunque se paguen el doble de lo que valen... aunque solo sirvan para acomodar nuevo personal que los conduzcan y los mantengan.
Un año pasó ya y no se habló, y mucho menos se hizo, de la ampliación de la obra del gas natural... y el invierno tarda, pero regresa.
De saldar de una vez la deuda del agua para que ésta ya no falte en ninguna casa... nada. Y de crear una empresa municipal de recolección de residuos para no tener que sangrar, y agrandar cada vez más la herida, con esa empresa privada que nos está estafando impunemente... nada en este año de gobierno.
De hacer un trabajo serio en cuanto a los desagues de la ciudad... nada. hicieron una pared hace dos meses en la laguna de retardo que a éstas horas ya se habrá caído, o casi.
De llevar mejoras tales como cloacas, pavimento y gas a los barrios del otro lado de las vías del sur... nada. (La Milka, Jardín, 9 de Sept., San Martín, 202, Bouchard, etc) y ni hablar de B Parque, La Florida, El Prado, 20 de Junio, Hospital, etc. etc... nada... en este largo año nada se habló.
Solo se habló de la culpa de los anteriores, de ocupar a partidarios en la municipalidad, de arreglar una fuente frente a la catedral... y de nada... de nada
MADONNA Y MADONNA
La popular reina del pop internacional hizo vibrar de emoción y alegría a las 66.000 personas que se dieron cita en el estadio monumental anoche. Su impactante despliegue físico y técnico, el astuto uso de ciertos símbolos populares argentinos (el: "no llores por mí Argentina" de la recordada ópera "Evita") y algún que otro beso con alguna de sus bailarinas lograron transformar el show que todos sabíamos predecible en uno más o menos digno. Se vió a miles de fanáticos extasiados, hasta demasiado, y a otros no tanto pero igual de súper felices.
Más no se puede pedir... hay que recordar que tanta felicidad en esa cancha de fútbol hace rato que no se vé.
De cualquier manera, y si es que cabe la comparación, por estos lados del mundo, en San Sojalandia, también vivimos un recordado show "madonniano" pero no de la diva sino de cierto divo de igual denominación. Aunque acá la función duró dos mandatos...
sábado, 29 de noviembre de 2008
SI BUSCAS
es porque el poderoso y su séquito
todos los caminos te han cortado.
Si buscas tus flores y no las hallas
será porque el jardinero de turno
de un manotazo, te las ha robado.
Si buscas una balsa y no la encuentras
es porque el comandante y sus tenientes
en la balsa que era tuya marcharon.
Si buscas un amor y no lo hallas
será porque Cupido, el mitológico,
ahora vende el amor a un alto precio.
Si buscas la canción y no la oyes,
sabrás, fue por haber dejado el arpa,
y marcharte... con una cuartetera.
Si buscas a un amigo y no lo hallas
será porque nadie quiere un amigo
que tiene bien vacíos los bolsillos.
Si buscas a tu dios y no lo encuentras
es porque cura, pastor y rabino
a un pobre... de espíritu, se lo niegan.
Si buscas, y no hallas lo que buscas
puede que no quieran verte buscar...
Pero no dejes de hacerlo, jamás.
viernes, 28 de noviembre de 2008
ACÁ... NO
con zapatitos de cristal.
Existen los príncipes azules.
Existen los duendes, los dragones,y las hadas.
Existen quienes pueden volar,
y quienes tienen súper poderes.
Existen los tesoros ocultos,
y los pasajes secretos a la dicha.
Existen los lugares mágicos.
Existen los genios que hacen cumplir tus deseos.
Existen las casas de caramelo
y el lugar donde todo lo que necesitas se te da.
Existe la felicidad eterna
y el hermoso amor para siempre.
Existe todo eso... pero lamentablemente...
no acá.
martes, 25 de noviembre de 2008
TÓMELO CON HUMOR
Tamaño alboroto se armó en la madrugada del pasado viernes cuando se vió a algo similar a una nave voladora sobrevolar algunos minutos, después de levantar vuelo del techo del inmenso edificio de cinco pisos que alberga el sindicato de prensa de la ciudad.
Publicado por Javier en martes, mayo 20, 2008
domingo, 23 de noviembre de 2008
ESCRIBIR NO PAGA, ROBAR SÍ
El crimen no paga, suelen decir por ahí para desalentar a quienes quieren tomar como una salida laboral eso de andar, revólver en mano, asaltando ancianas, quiosqueros y cajeros de banco.
Y tienen razón quienes dicen eso, casi siempre el pago por andar en ese sinuoso camino es acabar preso o muerto, y eso, es poca paga.
A mí me suelen decir o aconsejar algo parecido al escueto refrán, más aún cuando refieren a mi afán de escribir simplezas, y publicarlas en este intento de “periódico”. Que nadie va a pagar dos mangos, me dicen, por estar leyendo retazos de ensayos y versos escritos hace como mil años, críticas a los “dioses” de turno y crónicas chafarosas sobre cualquier cosa.
Que solo paga, me repiten convencidos, publicar avisos con el precio de los zapallitos, noticias sobre el modo en que el asesino descuartizó a la niña o la propaganda oficial.
Escribir... no paga, insisten, salvo que escribas notas o novelitas sobre autoayuda, horóscopos chinos o guiones televisivos donde se burlen de la gente.
Y me lo repiten tanto que cuando Ana, el Tito o el Mario me pagan los tres o cuatro pesos de este pasquín, me dan ganas de devolvérselos.
De todas formas me parece demasiado cruel que salir a robar y escribir paguen más o menos lo mismo. Calzar un fierro y salir a “apretar” gente no lo hace cualquiera... Escribir, eso sí, cualquiera que anda por ahí lo hace.
del fallecido nonato: DIEZ MINUTOS el Periódico Cuerdo
MALHUMOR
El malhumor es uno de los fortines en los cuales me defiendo de los diarios ataques y las mezquindades corrientes.
En él me oculto de aquellas situaciones que continuamente me ocurren y me llevan inexorablemente a desastres existenciales sin remedio.
La irritabilidad es un salvavidas al que recurro con frecuencia en el día a día. No me ahogo estando irritado. A veces me sostiene cuando ya a poco de abrir los ojos por la mañana veo que el despertador no sonó y estoy atrasado media hora. O cuando salgo a la vereda para ir a trabajar y caigo en la cuenta que los recolectores de basura están de paro, las bolsitas están en el canasto y uno o dos perros vagabundos ya rompieron una y desparramaron mugre por toda la vereda.
En ocasiones me defiende la destemplanza cuando llego al trabajo y veo que el “señor” cambió su auto último modelo por otro importado que vale mil millones de pesos y firme rechaza cualquier alusión a aumentos en el costo de la obra.
O cuando llego al mediodía a casa y tengo que salir otra vez volando a comprar comida porque de ayer no quedó nada, los gatos aúllan de hambre y, para peor queda poca plata en el bolsillo.
La aspereza suele en mí suele preservarme cuando por las tardes veo desde la ventana de mi cuarto a unos perejiles pasear por la plaza Italia con su enamorada ansiosa colgada del brazo y lista para ser llevada a cualquier lado menos a un lugar público como ese.
En ocasiones la erupción de mal genio me cubre, principalmente cuando el vidrio de esa misma ventana refleja mi propia imagen de ochentón cargado y perdulario.
Casi siempre el mal genio y la antipatía que me acompañan son una coraza para que me resbalen los comentarios estúpidos que suelen hacer muchos respecto a la lluvia, al sol, al viento, al frío o al calor. O los que hacen sobre mi ropa, mi moto o a mi cada vez menos pelo en la cabeza.
Siempre me defiende el malhumor de la ira que me produce ver a cientos de babachos dando la vuelta è perro con el cero kilómetro por el único bulevar céntrico de la city.
También me defiende el malhumor, no crea que no, cuando me doy cuenta que ciertas cosas que escribo... son como esta... no tienen nombre.
retomado de diez-minutos.blogspot.com
domingo, 16 de noviembre de 2008
BUKOWSKI
Sábado, 5:20 de la tarde,
preparo un mate
y comienzo un poema
con sabor a pan casero y a yerba barata,
acabo de escuchar a Bukowski decir qué es,
para él,
lo peor y lo mejor.
Coincido en algo con el hombre:
"las 5 y 45 de la tarde,
los recitales de poesías,
es lo peor,
alfombras con quemaduras de cigarrillos,
estar de pie y mirar de frente al pelotón de ejecución.
Eso es lo mejor"
Pretendo decirle que para mí, además de otras cosas,
morir en Los Ángeles,es lo peor.
Y escribir versos desnudos y libres, es lo mejor.
Seguramente él coincidirá conmigo.
Sábado, 5:45 de la tarde,
termino el poema
el agua del mate se enfría y la yerba ya es imposible...
le pido a Bukowski que se calle.
DEL LIBRO "entre piedras" Javier Tissera
relato erótico breve
Hasta esos momentos de su vida había sido un sordo para la música, y el Poeta lo reconocía. No tenía porqué mentir, a pesar de sus amigos músicos. No sabía distinguir entre los acordes de una guitarra y de una gaita. Pero no rivalizaba con los que sí sabían la diferencia entre una síncopa y un sostenido. Los músicos más bien le parecían unos pavotes que no hacían casi nada bien salvo soplar un caño, golpear unos bronces, frotar con cierto tino unas cuerdas o rascar durante horas las seis cuerdas de una Fenders. Es más, hasta le producían algún escozor aquellos que, con solo escuchar tres notas, sabían si la melodía era de Santana o del Negro Moreno. Alguna vez uno de estos virtuosos se rió de él porque no supo decirle que la composición que estaba tocando con su guitarra era de una canción de Serrat. ¡Cómo si no tuviese nada mejor que hacer que saber identificar con solo escuchar las melodías, las canciones de todos los que cantan por ahí!. Lo suyo fueron siempre las letras.Lo dicho, siempre había sido de madera para los sonidos musicales a pesar que estuvo unido un par de años a una muchacha que tocaba el violonchelo en la sinfónica del pueblo. Pero eso no quiere decir nada. Ya ven. A ella no le gustaba mucho meterse en el mar lleno de poesías, novelas y cuentos en los que el poeta navegaba y a él le costaba mucho oír subterfugios musicales cuando estaba educado mejor para leer. Asimismo creo que eso fue esencial para que se enredaran en amores como lo fue para que al fin se separen. De todos modos lo que hubo en el medio fue bastante bueno. Tanto como puede ser una relación entre un escritor silencioso y una musicóloga estridente. Y digo que sus respectivos trabajos fueron los que nos unieron y luego los separaron porque así fue. Se conocieron un viernes de frío agosto cuando los presentaron unos amigos roqueros en común con los que el jóven escritor solía juntarse un par de horas a componer canciones de protesta. Ella llegó a ese rejunte con ánimo de incluir en él su instrumento, o de aprender a usar otro. Al toque se interesó por la forma en que el bardo componía, por saber como se inspiraba, y como manejaba la pluma. Se enganchó en unas clases literarias que en otro lugar estaba dictando. Y en unas semanas se atrevió a pedirle que dichas clases fuesen personalizadas y a domicilio. Él aceptó... bonita sonrisa, vivía sola y leía con idéntica efusión las poesías del libro "Entre Piedras" y a Bartok. Y acabaron enredados.Ya se habrán dado cuenta ustedes que su relación inmediatamente se basó en el sexo. Los sonidos que más tenían en común eran los que hacían mientras estaban revueltos en la cama. A eso hay que indicar lo provechoso que les fue que se conocieran siendo ambos muy jóvenes y sin experiencia. Eso los llevó a probar todos los aspectos de esa ciencia nunca bien explicada de la sexualidad. Traía ella como único conocimiento del sexo lo que le había dejado una noche de humo, manoseos hambrientos, besos con gusto a fernet y dedos intrusos, y vivía ansiosamente la existencia agridulce de un apetito no satisfecho. Eso era bueno porque el escritor estaba casi igual en esas cuestiones. Sus certezas llegaban hasta el momento en que cae la última ropa. Sabía de besos y de caricias profundas, sabía de besos de mujer allá donde lo llevan a uno hasta el cielo, sabía de senos amplios y laxos, pero no sabía que había más allá del descubrimiento de toda una piel fresca, firme y rosada. No sabía que había más allá del desnudo total y del recorrido total. No sabía que pasaría en toda una noche para aprender a recorrer y conocer. Ella tampoco sabía, eso los unió. Y fue bueno, aunque no fue para siempre.La mujer era virtuosa en la ejecución de varios instrumentos musicales pero como casi toda mujer de aquellos años tendía siempre al tema del casamiento, y los niños. El hombre era un silencioso y concienzudo elaborador de intrincados textos divertidos y filosóficos. Y como tal sabía que lo que ella pedía era para él compromiso y mucho ruido.No podrían combinarse en este caso una buena melodía con una mejor canción....
Bastante tiempo después de separados se supo que ella había aprendido a componer canciones dulces y melodiosas gracias a que conoció a uno de esos músicos que producen canciones comerciales, hacen el amor una vez por semana y a toda hora toca su guitarra. Y de él sabemos algunas cosas: lo que narramos en estos escritos, y que anda todavía por ahí atrapado en lánguidos amores y aburridos palabreríos.Seguro que ella extrañará de aquel jóven poeta su sordera y su pluma incansable y él de ella su ruidoso, amplio y bien aprendido repertorio.
del libro: "Más allá de cualquier cosa" Javier Tissera
Regresé anoche, aún malherido de amores, al famoso Pub “El Doce”. Y lo hice después de un par de meses de vida sedentaria. Volví por pedido expreso de ir a ver actuar a un grupo de ruidosos amigos... mitad músicos y mitad batifonderos, diría nada más que como dato, pero bueno, por cierta prolongada y sincera amistad, allá fui. El desánimo por haber aceptado el acompañamiento quedó disuelto de entrada nomás ya que al intentar abonar mi correspondiente pase el guardapuerta de ninguna manera me quiso aceptar retribución alguna. –Como bienvenida, -dijo-. Lo que me hizo pensar en algo así como el hijo pródigo que retorna. Nada menos.Seguro que por lo deshabituado fueron transcurriendo lentos, y sin mucha alharaca, el recital y la noche. Conmigo en un rincón solitario, apoyado en la barra entre copas, cigarrillos, el ir y venir del "barman" y el presentido recital de mis amigos. Todo olvidable, hasta que durante un breve silencio, desde el incómodo escenario, al Número Uno se le ocurre decir no sé qué de mí e invitarme a subir a escena. Cosa que, con algo de mala gana hice nomás, pues no era cuestión de desairar a un buen amigo. El intrépido no tardó un segundo en pedirme que cante o recite algo. Yo hubiese preferido que me mande desaparecer, pero... ya estaba allí, ¿qué iba a hacer?. Una leve inclinación a modo de saludo hacia el público y un breve intercambio de palabras con los cuatro instrumentistas puso todo a punto de acompañar a mi desentonada voz y a los sonidos que mis dedos pudieran sacarle a ese prestado piano. Después de berrear las cuatro o cinco rebuscadas poesías hubo bastante palmoteo, aunque no hubiese tenido porqué haberlos. Mi actuación no fue de las mejores, un poco por el güisqui y el resto por propia ineptitud. Pero a esa altura de la noche, pensé, a quién le importa el virtuosismo mientras les haya sonado agradable. Y creo que así fue, a juzgar por los suaves asentimientos que alcancé a ver mientras ejecutaba, en el peor sentido, tan dulces versos.El levantarme, agradecer con una sonrisa a los músicos y con un breve “gracias” a la gente que en lo global de esa desenfrenada fiesta ni siquiera oyó bien de qué se trataba, fue un solo movimiento. Salvo uno o dos amigos, casi irreconocibles por la tenue luz que alcanzaron a palmear mi hombro cuando pasé rápidamente entre ellos, nadie me saludó. Ir hasta la barra y pedir otro "on the rocks", fue también un solo movimiento. Todo así se mantuvo hasta que el tintinear del hielo en la soledad del vaso me alertó que, o el mismo perdía por algún invisible agujeruelo o dicho ardiente líquido yacía en mi estómago. Hecho que era como para ponerse a pensar pues ya iban tres y en compañía de vaya a saber que cantidad de cigarrillos... Y fue a través del humo de esos venenosos cilindros que la vi a ella acercándose... Primero pensé que casualmente elegía ese lugar para abastecerse de algún bebible, pero no, resuelta me miró a los ojos y me habló así:
-Estuvo buena tu breve actuación poeta, y ya que no he visto casi adhesión a tu buena voluntad de recitar para estos sordos, he decidido no solo pensarlo sino también decirlo. Es por eso que estoy acá, y desde luego para que compartamos una copa... la mía, porque veo que la tuya ya fue-
Allí nomás pensé: -Vaya ¡qué mujer!-, mientras hacía una seña al andarín joven de la barra para que diera nueva vida a mi agujereado vaso y al que ella traía en su mano.
-Agradezco tu elogio, -le dije-, es algo bueno para la que suponía una mala noche.
-Mi nombre es Raquel, -dijo-, y ninguna noche es mala si uno sabe esperar, ¿oís, por ejemplo, esa música lenta?, es una buena ocasión para bailar, vení, bailemos-.
Su mano tibia tomó la mía y con decisión me llevó a una poblada pista de baile.Lo que sucedió desde ese momento trataré de describir: Su cintura entre mis manos y sus manos en mis hombros, su pelo rubio que se mecía suavemente como un pequeño jardín de girasoles. Sus ojos color cielo posados en los míos hiriéndolos con una mirada pura, inolvidable. Su rostro blanquísimo reflejando su natural belleza. Y el perfume de su piel, ese maravilloso aroma que terminó extasiando a mis sentidos he hizo que me entregara a sus brazos, a sus movimientos. Y sus labios, sus labios susurrando en mis oídos, sus labios, rozando primero los míos y luego uniéndose a ellos en un soñado y dulcísimo beso, un beso único, para esa ocasión única.En algún momento entre todo eso que estaba pasando me dijo sonriendo: -vamos a descansar-. Y su mano, ahora en mi espalda, me guió entre la gente hacia el rincón aquel de la barra. Al llegar, ya no estaba conmigo, y al girar tampoco la vi entre la gente. Esperé casi sin moverme, no sé cuanto tiempo, solo sé que despertaron mis sentidos cuando oí el saludo final de mis amigos músicos. Y me hallé otra vez acodado en la lustrosa y dura madera.
Al lado de mi siempre vacía copa estaba la suya, también vacía.
viernes, 14 de noviembre de 2008
NUNCA PERIODISTA
jueves, 13 de noviembre de 2008
OBAMA ojalá me equivoque
Ojalá que me equivoque pero para hacer que la economía de su país funcione va a presionar (saquear) aún más a las economías de nuestros países, gobernados por sus "perejiles"
Ojalá me equivoque pero no va a levantar el bloqueo que desde hace casi cincuenta años ellos le hacen a Cuba, y tampoco creo que va a levantar la prohibición que tienen los norteamericanos de viajar a Cuba. En eso ojalá también me equivoque.
Tampoco creo que, aún siendo descendiente de africanos, deje de gastar millones de dólares en armas e invierta esa misma cantidad en tratar de fortalecer la economía para combatir y erradicar la pobreza de Kenia, Tanzania, Haití, etc, etc. Ojalá me equivoque Barack, ojalá...
Ojalá me equivoque pero pero en EE UU van a seguir sin saber que Argentina no es una provincia de Brasil y que ya no cabalgamos lanza en mano y a los gritos.
Ojalá me equivoque, de verdad lo pido, porque si no es así en unos años todos esos que hoy festejan, brindan y ríen felices por el nacimiento de un nuevo líder en el circo mundial... van a ser igual o más culpables de haber propagado cierta esperanza por nada.
sábado, 1 de noviembre de 2008
“terrorista”,
Confíe en el libre pensamiento
Llame,
Su apoyo se convertirá en futuros periódicos de papel
MARADONA, el mono más preciado
sábado, 25 de octubre de 2008
APARICIONES en San Sojalandia
Una segunda aparición, se supo, fue hace unos días en las escaleras del palacete municipal. Según versión fidedigna de uno de los correveidile habituales en esa entidad, cuando se produjo la aparición solo estaban presentes el intendente, el encargado de las finanzas y el que sirve los cafés. Ante los boquiabiertos presentes la sagrada visión hizo tronar dos importantes reprimendas. La primera de ellas, como es habitual en éstos, y todos los casos de reunión entre seres "superiores" fue dirigida al noble cafetero, que en el afán de cumplir con las directivas de ahorrar en cosas superfluas, sirve el café aguado y con casi nada de azúcar. La otra tenía que ver con el hecho que en la emisión de los nuevos billetes locales no se tuvo en cuenta hacerlos del color de su manto, agregarle su imagen al lado de la leyenda: "San Francisco" y además se olvidaron que por ley cristiana le corresponde a ella, por intermedio de sus representantes de la curia, el diezmo sobre el total imprimido.
viernes, 24 de octubre de 2008
ELLA Y EL ANGEL
no fue casualidad, fue dirigido
por un ángel que goza con las penas
de quienes no tenemos permitido,
por cuestiones legales y cadenas,
morder el fruto del árbol prohibido.
Y digo que por él fue dirigido
con el fin de causarnos más que penas,
es que sabe, nos gusta lo prohibido.
Y no vemos cuestiones ni cadenas
rompiendo el cartel de permitido
que empañen una tarde de lloviznas.
Por eso, a su propuesta de perdernos,
perdimos, como siempre, ni pensarlo.
Y bajo lluvia, sin que puedan vernos,
junto al bosque, que prometió callarlo
olvidamos las trabas del presente
e hicimos el amor... intensamente.
del libro "Entre Piedras"
entre-piedras.blogspot.com
miércoles, 22 de octubre de 2008
billetes locales
lunes, 20 de octubre de 2008
Recetas exóticas I
domingo, 19 de octubre de 2008
10 errores típicos del mal intendente (parte 1)
CLOACAS Y DESAGUES
sábado, 18 de octubre de 2008
PATORUZÚ PRESIDENTE
jueves, 16 de octubre de 2008
Fuego
lunes, 13 de octubre de 2008
20 millones II
viernes, 10 de octubre de 2008
Resumen I
pelotudo, da. adj. vulg. Arg., Chile y Ur. Dicho de una persona: Que tiene pocas luces o que obra como tal. U. t. c. s. 2. Ur. Dicho de una persona: Que ha llegado a la adolescencia o a la juventud. U. t. c. s. 3. Ur. Dicho de una cosa: De gran tamaño. 4. vulg. Ur. Lerdo, parsimonioso, irresponsable. U. t. c. s.Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Aunque tal vez no sea tan pelotudo y esto, además de hacerlo por unos cuantos votos, lo haga para ocultar que se está por gastar en un santiamén veinte millones de pesos que pasarán a engrosar la gigantesca deuda municipal. deuda, por todas partes, que le da jugosos dividendos mensuales por intereses a varios socios ocultos de varios políticos que estuvieron y están en el municipio de San Sojalandia.
martes, 7 de octubre de 2008
León
Somos campesinos de la raza de altroque
Jamas un turista del famoso deme tres
Nacimos en el pasto , asado y mucho vino
Pero nunca seremos un gordito argentino
Nos gusta la tierra odiamos la ciudad
Mas sabemos que en el polvo no hay oportunidad
Andamos de aqui , andamos para alla
Chocamos a pais diciendo la verdad
Menos mal , no somos cualquiera
Nunca nos odiaron en la escuela
Menos mal , no somos cualquiera
Nunca mentimos en la iglesia
Somos del grupo los salieris de Charly
Le robamos melodias a el ,ah,ah,ah,...
Queremos ya un presidente joven
que ame la vida que enfrente la muerte
La tuya , la mia , de un perro , de un gato ,de un arbol de toda la gente
Compramos el pagina , leemos a Galeano
cantamos con la Negra , escuchamos Victor Jara
Dicen la juventud no tiene
para gobernar experiencia suficiente
Menos mal , que nunca la tenga
experiencia de robar
Menos mal , que nunca la tenga
experiencia de mentir
Somos del grupo los salieris de Charly
Le robamos melodias a el ,ah,ah,ah,...
Aunque tengamos un equipo Robertone
un Leme , un ucoa , para sacar la voz
Siempre sobrara para decirte fuerte
si sos un mierda o no
En la perla del once compusiste "la balsa"despues de la cana no saliste mas
Que nos diran por no pensar lo mismo
ahora que no existe el comunismo
Estaran pensando igual
ahora son todos enfermitos
Estaran pensando igual
ahora son todos drogadictos
Somos del grupo los salieris de Charly
Le robamos melodias a el ,ah,ah,ah,...
El 1 % quiere esto torcer
El 9 % tiene el poder
De lo que queda el 50 solo come
Y el resto se muere sin saber por que
Es mi pais , es el pais de Cristo
damos todo sin recibir
Es mi pais , es un pais esponja
se chupa todo lo que paso
Menos mal que estamos aca
nosotros no vamos a transar
Menos mal que estamos aca
nosotros no vamos a parar
Somos del grupo los salieris de Charly
Le robamos melodias a el ,ah,ah,ah,...
Somos tipos solos comemos de la lata
nos gusta el sol del cementerio de Tilcara
Nos apura la Odeon , nos apuran los amigos
Nos gastan por telefono pidiendo si tenemos
Les damos guita a los basureros
vendemos muchos discos pero somos igual que ellos
Que culpa tenemos si vamos al bar mas rasca
a tomarnos unos vinos con el borracho que nos canta
Nos gusta Magaldi cantando chamame
Siempre mencionamos a Pugliese
Troilo y Grela es disco cabecera
Siempre mencionamos a Pugliese
Somos del grupo los salieris de Charly
Le robamos melodias a el ,ah,ah,ah,...
domingo, 5 de octubre de 2008
TUS CAMINOS
Como el que va de tu boca a tus hombros.
Y amo el camino que recorre la aventura
entre tus hombros y tus pies.
Amo el camino del anverso,
el que sigue las líneas del sol,
con escarpas, remanso y posada;
.................
Los ecos cruzados... la agitación,
las cadenas desatadas y los riesgos ignorados.
.................
Amo recorrer ese camino en horas de siestas,
sin pensarlo mucho, intensamente.
Amo detenerme en tu remanso y beber de tu miel.
................
Y el camino del reverso amo,
entre llanuras y sombras,
con escarpas también... y remanso.
Con un atajo casi escondido...
Amo tomar ese atajo, y no apurarme.
Amo detenerme en tus posadas,
y estar allí, sin detenerme, y morirme allí
..................
Por eso amo los caminos,
ese que va de tu boca a tus hombros,
Porque me lleva a los otros caminos tuyos...
los que recorren tu cuerpo... de tus hombros... a tus pies.
del libro "ENTRE PIEDRAS" entre-piedras.blogspot.com
lunes, 29 de septiembre de 2008
"Que pocos quedamos de aquellos"
"Aun sigo cantando"
Marciano Cantero / Los Enanitos Verdes.
En aquel cajon esta tu foto
llenandose de tierra
hace tanto que no la veo
como a vos, como a vos.
Te acordas que tiempos aquellos
que tiempos aquellos
en donde todo era un buen motivo
para decir te quiero.
Que le habra pasado a la vida
que sin quererlo ya ni me acuerdo
cuando con mi viejo iba a la cancha
a ver aquel atletico.
Te acordas del flaco Spinetta
cuando cantaba, "todas las hojas son del viento"
hay toda nuestra filosofia
que era solo ser rockero.
Pero como han cambiado los tiempos
todos luchan por mantener sus puestos
hay muchos que ahora son ingenieros
que pocos quedaron rockeros.
Pero yo aun sigo cantando
y lo voy a seguir haciendo
una leccion me dio la vida
tienes que hacer lo que el corazon diga.
Y ayer quizas pensando en tu foto
por la calle te encontre andando
que poco ha cambiado nuestra onda
solo cambiaron un poco nuestros cuerpos.
Espero que el tiempo ahora no borre
a esta gente que tanto amo (todos ustedes)
Por que sin ustedes no valgo nada
Su alma es mi alimento.
sábado, 27 de septiembre de 2008
JOVENCITA
Confundida
Por supuesto que a la joven le maravillaba bastante pensar en lo que aquel hombre de treinta y tantos años, de cuerpo bien atlético, renombrado escritor y con mucha popularidad en cuestiones amatorias, podría hacer con ella en una cama. Y ni dudar que no la dejaba dormir esa insistente fantasía en la que se veía ella misma haciendo cosas inesperadas con un hombre como ese.
Tenía su noviecito ella, como casi todas las adolescentes de su edad, pero no era lo mismo. Con su noviecito eran amigos-novios, y las cosas que hacían cuando nadie los veía eran de un minuto o dos. Nada. Cosas suficientes para una niña, no para la mujer de dieciocho años que ya era, pensaba ella en medio del influjo de sus deseos.
Le encantaba pensar en lo que podría aprender con aquel hombre, aprender de lo que él sabía, de su experiencia. Cosas que ella en teoría ya sabía pero que nunca había consumado. ¡Y vaya si ella sabía de las habilidades del hombre aquel en las técnicas del amor y del sexo!, él fue durante un tiempo amante de su prima Claudia, aquella prima que en incontables ocasiones la llevaba a ella como coartada a sus citas amorosas. Inventaban salir de paseos o de compras juntas pero iban a la casa del poeta en el otro barrio. Ella tenía que esperar en la cocina mientras aquellos, desde el dormitorio de puertas abiertas, suspiraban, gemían y aullaban cosas que la inquietaban y despertaban en ella conmociones sensuales que la dejaban suavemente temblando.
Las ataduras de sus inexpertos años comenzaban a ahogarla. Todo en ella pedía ser rescatada por un hombre como ese. Suponía que de otra manera nunca iba a salir de aquel cerco de sueños e inquietudes que en medio de las tardes, y de la noche en su cama solitaria, la ahogaba más y más cada día.
Fue durante esos encuentros a los que iba como acompañante de Claudia que comenzó a desear al que, a sus ojos, era un superhombre. Un "pedazo" de hombre de treinta y tantos años. Y comenzó a sufrir cuando tenía que soportar que no fuese ella la que él esperaba por las tardes, y cuando apenas la saludaba, y que solo cruzara con ella dos o tres palabras, y que se llevara a la cama, que estaba a solo cinco pasos de ella, a su prima. Sufría y más lo deseaba.
Claudia estaba casada con Santiago por ese entonces, y el hombre de treinta y tantos años estaba de amoríos con Flor, una hermana de aquel. O sea que su hombre deseado se repartía entre dos mujeres. Y ella se moría de ganas de ser la tercera. Presentía que aquel hombre era capaz de eso, y eso la alentaba. Si ya la segunda, su prima, era un secreto celosamente guardado frente a todos, ella, como tercera, sería un interesante súper secreto. Y siendo así podría encontrarse con él en lugares para los demás impensables, como en el viejo túnel del abandonado tren del parque, lugar secreto al que ella acudía cuando estaba triste y en el que podrían entrar hasta la parte más oscura y acostarse juntos al costado de los viejos rieles usando como cama sus propias ropas. Y podrían besarse sin que nadie los viera, y desnudarse y hacerse entre ella y él todo lo que él y la prima se hacían en la cama de su dormitorio sin puerta. O podrían acordar encontrarse en el viejo circuito de carreras, que estaba cerrado pero al que no era difícil acceder y que contaba con techados boxes, duchas incluidas. Allí podrían hacer cosas más locas aún porque había viejos coches de competición con grandes y acolchadas butacas. Viejos coches en los que podrían hacer el amor totalmente desnudos sin temor a que nadie los viera porque, sin competiciones, nadie iba por esos lados. Podrían hacerlo con ella acostada de espaldas sobre la chapa que cubre el motor de los autos o metidos en las fosas que se usan para ver los coches desde abajo. Y hasta podrían estar horas duchándose y amándose mojados con el agua al natural de las duchas abandonadas hasta la próxima carrera. También, ya que esto sería más que un secreto, podrían ir al hotel más reservado de la ciudad, ese al que van los amantes clandestinos. En ese tipo de hoteles, según le habían contado algunas amigas mayores, hay cuartos preparados al gusto de los amantes. Hay cuartos con camas especialmente grandes y de colchones de agua. Hay otros con cómodas bañeras para dos en las que una perfumada y burbujeante agua te pone a punto para una sesión de masajes sexuales inolvidables...
Solía verlo la muchacha, pasar al mediodía caminando de la mano y a las risas y besos con Flor y nuevamente verlo a media tarde, mientras aquella trabajaba, recibir en el departamento en que vivía, con un largo beso en la boca, a su prima Claudia.
Así fue conociendo todo del hombre. Y supo de sus cualidades amatorias. Imaginando algunas de acuerdo a lo que oía desde el dormitorio o directamente espiando todos los movimientos desplegados sobre el cuerpo ansioso de su prima en una cama sin sábanas. Supo reconocer, después de mucho comerse con la vista y escuchar, cuales cosas hacían que él gimiera y cuales hacían que fuera la prima la que aullara en una interminable felicidad.
Alguna vez aquellos le pidieron a ella permiso para verse en su propia casa. Era en un tiempo en que la novia del hombre no trabajaba. Y no tenían otro lugar para encontrarse. Ella al principio se negó pero el insistente pedido de la prima la convenció. La primera vez que fueron fue en la ocasión en que los padres de la joven no estaban. Ocuparon la cama matrimonial que ella se ocupó de preparar antes y después de su visita. Ahí no pudo ver nada y poco pudo escuchar. La segunda ocasión en que vinieron a su casa estaba su madre. Eso llevó a que los tres se encerraran en su cuarto con el pretexto de estudiar algo inexistente. Ahí, mientras los amantes se prodigaban poco a poco más y más ardientes mimos, ella no despegaba los ojos de la televisión. En pocos minutos los dos estaban amándose bajo las sábanas de su propia cama a un paso de ella que, completamente ignorada, era una espectadora directa de todos los ardientes actos sexuales que, eso si, eran tan silenciosos como sus animadores podían. Sin duda que ella hubiese muerto por que la inviten a sumarse al dúo. Pero nada de eso sucedió. Al acabar los amantes su tarea erótica le pidió su prima las disculpas innecesarias y le agradeció el permiso concedido...y él ni la miró más que la vez que tuvo que saludarla cuando se despidieron.
Otra vez los acompañó a la terraza de edificio donde vivía Claudia. En el departamento, tres pisos más abajo, estaba su marido descansando. Eligieron una hora en la que no había casi nadie en el edificio y hasta el portero aprovecha para descansar también un rato. Subieron los tres, trabaron la puerta y ahí nomás, mientras ella pretendía concentrarse en algún punto lejano de esa visión de la ciudad, los amantes se desnudaron completamente y comenzaron a besarse, a rozarse, y a penetrarse de a poco. Ella apenas se atrevió comenzó a mirarlos, de reojo primero, y después naturalmente ya que para esos momentos era completamente ignorada. Los amantes parecían gozar mucho más que de costumbre, tal vez, pensaba ella, por estar teniendo sexo a pleno sol y como únicos testigos al celeste cielo y a unas pocas plantas (incluida ella, ya que eso parecía que la consideraban) fijas a sus macetas. Aunque cuando todo iba terminando entre la fogosa pareja le pareció ver, en uno de los cambios de posiciones corporales, fugazmente, la mirada de él quedarse un segundo fija en la suya. Pero tal vez le pareció nomas, no estaba segura y por más que buscó a ver si se repetía, eso no ocurrió. Solo cuando los cuerpos brillantes de húmedos, mojados de saliva y sudores sexuales, se incorporaban del improvisado lecho a cielo abierto ella dejó de mirar y aquellos parecieron verla. Pero todo era ya como normal y ninguno le dijo nada. Solo reían y jugaban a arrojarse las ropas que se hallaban desperdigadas por el piso y entre las plantas.
A partir de ahí ella podía entrar al dormitorio mientras ellos en las tardes de citas fugaces hacían el amor ardientemente. La veían, sabían que estaba ahí pero su fogosidad no cambiaba. Nunca le decían nada.
Una de aquellas tardes ardientes de sexo la jovencita se sentó en un rincón de la cama. Podía oír hasta el mínimo suspiro, las frases entrecortadas casi siempre sensuales que ambos se decían, los quejidos. Hasta los inesperados sonidos que, en algunos de los tantos cambios de posiciones, los sexos al rojo vivo suelen emitir sin el control de sus dueños. Podía ver el efecto de cada beso, de cada caricia en uno y otro. Podía ver la parte de uno entrar y salir en partes de de la otra. Podía ver como se enrojecían las pieles y las partes, y como se unían una y otra vez. Podía apreciar plenamente el aroma dulzón que irradiaban aquellos cuerpos, el perfume que se instalaba en ella y la enloquecía de placer. Hasta pudo rozar cierta vez con la yema de sus inquietos dedos la piel transpirada del hombre de treinta y tantos que pareció no sentirla. Pudo por fin sentir en sus dedos el ardor del cuerpo de un hombre haciendo el amor. Todos sus sentidos estaban satisfechos aunque no se haya animado a tocar con sus labios, con su boca, lo que hubiese querido besar.
La siguiente tarde de pasión fue la que trajo más ansiedad y la más esperada por la joven. Fue en la que estuvo más nerviosa. Como si hubiese comprendido que esa tarde era aquella en la que algo cambiaría para siempre.
Esa mañana, como siempre lo hacían, planearon con Claudia la escapada. Dijeron a quienes les escuchaban que irían al comprar cosas para la casa y luego al cine. Por la tarde, a la hora de siempre tocaron suavemente la puerta y fueron recibidas por el hombre de treinta y tantos que se hallaba vestido solo con un pantalón de playa. Las esperaba con el café listo, como siempre. Aquel café que solo ella solía beber completo. Y así nomas, como si las cosas fueran de lo más normal, entraron los tres casi juntos al dormitorio. Nadie decía una palabra. La pareja comenzó a besarse, en la boca, en el cuello, en los brazos. La jovencita estaba parada al lado de ellos casi tocándolos con su piel virgen y dorada. Y como si todo fuese parte de lo mismo de siempre, se halló de pronto besando y siendo besada, acariciando y siendo acariciada, desvistiendo y siendo desvestida. Se halló de pronto acostada de espaldas en la cama, enredada en un mar de tibios cuerpos que la movían de un lado a otro. Y tocando con ambas manos el cuerpo del soñado del hombre de treinta y tantos. Y se sentía tocada por él. Sentía su boca curiosa, mojada y hambrienta entre sus senos, en su vientre. Sentía lo que siempre había soñado, su boca y su lengua entre sus piernas. Cuando estaba a su alcance, palpaba esa parte del hombre que ya conocía de vista. Y le parecía mejor aún de lo que había imaginado. Le parecía más grande, formidable. Le parecía hecha a su medida. Y comprobó que sin duda lo era ya que en un momento intuyó a su portador en posición y sintió entrar dócilmente aquello anhelado en su nunca antes domada aridez. Luego fueron una y otra vez, y unas y otras partes, durante un tiempo en que ninguna otra cosa existió. Hasta que se vio a sí misma reuniendo su ropa, vestirse lentamente y caminar hacia el olvidado café que frío esperaba sobre la mesa de la sala.
Tal como había supuesto, ya nada fue como antes. Aquella fue la última ocasión en que el poeta le permitió a Claudia apelar a ella como compañía para esconder sus ardientes e ilegales encuentros amorosos.
jueves, 25 de septiembre de 2008
CHISTE, CHISTE
La red, que se extendió ya a todos los barrios de la ciudad, se hizo bajo el sistema de “Hermanamiento”, método creado e impulsado por el Excmo. Sr. Intendente y que permite compartir el costo entre los frentistas y los aportes de distintas empresas y particulares que se solidarizan con los vecinos menos prósperos.
Llame, escriba, suscríbase, y “aporte” ideas, pensamientos y libras esterlinas. Su apoyo se convertirá en futuros periódicos de papel tan perdidos como éste.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
"los dueños de la cultura" en San Sojalandia
domingo, 21 de septiembre de 2008
El amor empieza
El amor empieza
cuando se rompen los dedos
y se dan vuelta las solapas del traje,
cuando ya no hace falta
pero tampoco sobra la vejez de mirarse,
cuando la torre de los recuerdos, baja o alta,
se agacha hasta la sangre.
El amor empieza cuando Dios termina
Y cuando el hombre cae,
mientras las cosas, demasiado eternas,
comienzan a gastarse,
y los signos,
las bocas y los signos,
se muerden mutuamente en cualquier parte.
El amor empieza
cuando la luz se agrieta como un muerto disfrazado
sobre la soledad irremediable.
Porque el amor es simplemente eso:
la forma del comienzo
tercamente escondida
detrás de los finales.
SEÑORA DE MI PATIO
del rincón de tierra de mi patio,
pequeña, sin renuevos todavía.
Al bautismo diario de su vida
constante asistí, esperanzado.
Y fui feliz una mañana
cuando aun tímidos,
sus primeros abrazos
al cielo se extendieron.
Poco a poco ocupó su espacio,
y al cabo de dos años de aquel día
se convirtió en la Señora de mi patio.
Es desde entonces
que con besos puros y dorados,
brillantes de rocíos
y plenos de efluvios
una hermosa madreselva
acaricia mis mañanas.
viernes, 19 de septiembre de 2008
MULTAS MAL COBRADAS
FIESTA-FIESTA
El costo de la tarjeta, en la que se incluye comidas, bebidas, show y entrada a una posible orgía sexual será de cien euros o un quintal de soja.
martes, 16 de septiembre de 2008
EN MEDIO DE LA NOCHE EL MÚSICO CIEGO
la música de un piano recorre las ventanas
del caserío dormido, en el barrio La Esmeralda.
Do fa sol la sol mi mi do... dice una canción,
do mi mi do do mi mi do... le sigue una más.
En medio de la noche las melodías acunan
a obreros que duermen esperando un nuevo sol
y rozan a muchachas que sueñan el amor.
Poetas y estudiantes permiten al cansancio
perderse entre las hojas de sus crueles cuadernos.
Preparan el examen y buscan el poema
mientras calla el silencio, a causa de aquel son.
Sol fa mi mi mi, sol sostenido y si re do...
infaltable en el aire esta clásica canción.
Metido en su cuartito, el músico bohemio
en medio de la noche del barrio La Esmeralda
recorre en canciones lo que jamás dirá.
Mi fa sol sol sol sol fa mi fa mi do... comienza,
la la la si do si la sol... sol con do. Y adiós